La historia secreta detrás de la renuncia de Alejandra Gils Carbó. Quién será el próximo candidato presentado por Mauricio Macri para ocupar el lugar de Procurador General de la Nación.

El Gobierno llevaba un año esperando la noticia de la renuncia de Alejandra Gils Carbó.

Hubo un puente de negociación hace ya tres semanas que fue tomando forma entre la ex procuradora y el Gobierno.

Las negociaciones fueron entre el ministro de Justicia Germán Garavano y la mano derecha de Gils Carbó, Lisandro Pellegrini.

Esas primeras negociaciones no llegaron a ningún lado y el Gobierno intentó removerla a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia.

Casi un año después lograron llevarlo a buen término.

Cuando en una entrevista se le preguntaba a Gils Carbó en una nueva ofensiva del Gobierno si evaluaba renunciar dijo que no podía irse porque era ceder ante una presión incorrecta. Estaba convencida de quedarse.

Jugó sus fichas para buscar apoyo externo. Uno de los ejes es el del Lava Jato y otro de los ejes era con una asociación de procuradores y jefes de fiscales de todo Iberoamérica. Pretendía plantear que a la procuradora venezolana y a ella las estaban presionando.

Pasaron las elecciones y el contexto político cambió mucho.

Respecto de Odebrecht y Lava Jato, según el Gobierno la investigación en la Argentina no avanza porque la ex procuradora se encargó de boicotear la llegada de información. Eso no es correcto porque hay una disonancia entre las leyes argentinas y brasileras que no conectan entre sí y por eso no puede haber un flujo de información.

Uno de los motivos por los cuales ella arguye para irse no es que se está quedando sola sino que dice que para tratar de removerla iban a reformar la ley de Ministerio Público Fiscal y no quiere que se afecte su autonomía.

Hay una disonancia entre visiones: el Poder Ejecutivo consideraba que la que manipulaba políticamente a los fiscales era Gils Carbó y ahora ella dice que se va para evitar que el Gobierno intervenga.

Con Gils Carbó afuera uno de los puntos centrales es qué va a pasar con los fiscales kirchneristas respecto de los candidatos que se presenten para reemplazarla.

Mauricio Macri tiene una oportunidad histórica de realmente bajar línea. Si usa esta vacante como una oportunidad para lograr un consenso, con espalda jurídica propia, le manda una buena señal a todo el sistema de administración de justicia.

Algunos de los nombres que dan vueltas son Elisa Carrió, José María Campagnoli, Bernardo Saravia Frías -actual Procurador del Tesoro- y Guillermo Lipera, del Colegio de Abogados de la Ciudad.

Fuente: La Nación