Diputados expresaron su solidaridad con los trabajadores del Ingenio San Isidro S.A., solicitando la reapertura de las actividades con todos los obreros en sus correspondientes puestos, como así también la intervención del Ministerio de Trabajo para lograr la normalización de la situación.
El diputado Germán Rallé, autor del proyecto, explicó que el peligro de la situación durante el tiempo de negociaciones paritarias es que los empresarios podrían ofrecer los aumentos salariales, pero a costa de reducir los puestos de trabajo.
Por su parte, el diputado Julio Quintana advirtió la gravedad de que varias patronales se estén asociando en el destrato hacia la clase obrera como fue el caso de la situación en el ingenio El Tabacal y ahora el de San Isidro.
“Anteriormente ya despidieron a cien personas y ahora no podemos permitir que dejen sin trabajo a otras cincuenta, porque es la principal fuente de trabajo de Campo Santo, un pueblo de poco más de cinco mil habitantes”, expresó el legislador.