Incidentes durante el recital de Divididos. Se cerraron las puertas cuando no habían ingresado todos los que compraron entradas. Empujones, palos, balas de pintura y salidas de emergencia inhabilitadas. La Policía, cuestionada. (Federico Anzardi)
“Tenemos las bolas bien llenas, las nuestras”, asegura Divididos en una de sus canciones más conocidas. Algo así sintieron las personas a las que el jueves pasado se les negó la entrada al microestadio Delmi para ver a la banda de Ricardo Mollo y Diego Arnedo.
La versión aplanadora
El viernes, ningún medio de Salta informó de incidentes en el microestadio. Los que reflejaron el paso de Divididos por la ciudad cayeron en todos los lugares comunes de las reseñas de recitales de rock y no aportaron nada nuevo. Sólo justificaron la acreditación. La “Aplanadora” “conmovió”, “hizo temblar”, fue “contundente” e hizo “delirar” a “miles de salteños” que “vibraron” con las canciones de la banda.
La versión azul
La información oficial brindada por la Policía a este semanario aseguró que durante la noche del jueves no se produjo ningún hecho de relevancia. Que sólo hubo un incidente menor a las 22.30, cuando se cerraron las puertas por orden de la producción, que consideraba que la capacidad del lugar estaba colmada. Esto motivó la reacción de algunas personas que tenían entradas ya adquiridas para el show y aún no habían podido ingresar. Tras algunas quejas, las puertas fueron abiertas nuevamente y todos pudieron gozar de la magia del rock.
La Policía indicó, además, que hubo falta de organización por parte de la producción y que el número de asistentes fue de 2500.
La versión escondida
“Afuera había mucha gente con entradas y no dejaban pasar. Supuestamente, el Delmi está habilitado para 2500, y la cana y alguien más decían que había mucha gente ya. Eran más de 200 personas afuera, algunos con entradas. Decidieron pechar el portón que da a la Ibazeta. Lo pechan, la cana se hace a un lado y se arma. Le pegaron a mucha gente. Los canas, desde atrás, apuntaban con pistolas de pintura. Estaban sacados”, aseguró un testigo del hecho.
“La cana no dejó entrar a personas con entrada ya adquirida. Argumentaban que la capacidad del estadio estaba cubierta y en el lugar la capacidad era holgada. Me puse a buscar testimonios con los policías y la actitud era sobradora. Desde la producción no podían hacer nada al respecto porque el encargado del operativo se puso muy terco”, dijo otro testigo, y agregó que cuando la gente que estaba afuera intentó pasar “hubo reacción por parte de la Policía”. “A mi hermano le tiraron un palazo y por esquivarlo le metieron un balazo de pintura”, contó. Y consideró que “faltó que alguien de la producción hablara con la gente”.
Un tercer testigo agregó que la Policía no dejó abrir las salidas de emergencia para que se vaya la gente una vez finalizado el show. “1700 personas, todas por la misma puerta, al mismo tiempo”, aseguró y dijo que la Policía mintió no sólo en la versión de los incidentes sino también en la de la cantidad de público. Explicó que en los recitales de Andrés Ciro y de Tan Biónica, realizados en el mismo lugar, hubo una mayor concurrencia que para Divididos, y que la cifra en esas dos fechas no superó las dos mil personas.
La versión más probable
Suena inverosímil que una producción cierre las puertas cuando el público aún no terminó de ingresar. Es más probable algo que suele suceder en los recitales de rock masivos de nuestra ciudad: una Policía prepotente que tiene un marcado y ya histórico ensañamiento con el público de este tipo de conciertos.
Otro testigo aseguró que “los azules se pusieron nerviosos y quisieron cerrar el portón. Esto provocó una avalancha con gente que tenía su entrada en la mano”.
Un quinto asistente al show vio cuando un pequeño grupo de policías con escudos y armas ingresó al microestadio durante el recital, algo que no pueden hacer. Avanzaron pocos metros y se retiraron rápidamente.
Al momento del incidente, según números de funcionarios municipales presentes en el lugar, había cerca de 1700 personas adentro del estadio. El número final se especula en 1800.