El cabo Juan Carlos Cardozo recibió la pena máxima. El otro policía, Gastón Aguilera Alanís, fue condenado por encubrimiento.

Pitufo asesino. Se hizo justicia en el caso del asesinato de Nahuel Salvatierra. Ayer el Cabo Juan Carlos Cardozo fue condenado a prisión perpetua, y Gastón Aguilera Alanís fue hallado culpable de encubrimiento, aunque no irá tras las rejas.

Nahuel Salvatierra murió de un disparo de un arma reglamentaria, en barrio Solidaridad, el pasado 3 de enero. Los testimonios y las pruebas científicas confirmaron la hipótesis del fiscal sobre lo sucedido ese 3 de enero: los dos uniformados circulaban por el barrio Solidaridad en una motocicleta cuando se toparon con un grupo de jóvenes de la barra “La ranchada”, quienes los insultaron. Cardozo, sin bajarse de la moto, disparó al rostro de Nahuel, que murió en la esquina de su casa.
Uno de los testimonios que más complicó a Cardozo fue el testimonio de su ex novia. Ella dijo que aquella noche recibió de manos de su novio el arma reglamentaria con la instrucción de limpiarla con nafta; pero que desconocía lo sucedido. Aseguró que al tomar conocimiento por las noticias de lo qué pasó, decidió entregar el arma a una hermana del acusado.