Dos femeninas de la policía salteña recibieron plaquetas de reconocimiento, usted se preguntará por qué, pues por hacer su trabajo y para que la cana no quede como una institución misógina.
Los premios en realidad fueron fundamentados por la trayectoria de las dos policías que, según el parte de prensa, “fueron las primeras mujeres en acceder al rango de comisario general en actividad y paralelamente son directoras generales, integrando de esta manera la Jefatura Mayor policial”. Esto podría significar que ahora la policía está, luego de más de 50 años de creado el cuerpo femenino en la fuerza, dispuesta a aceptar a las mujeres en las “altas esferas” de la institución. Un poco tarde, sí.
En la premiación estuvieron presentes además de Marcelo Lami, el ministro de seguridad, Cornejo D’Andrea y la ministra de derechos humanos, Marianela Cansino, quien reconoció de manera extraña que el reconocimiento “se hace extensivo a toda la institución por su vocación de servicio y su lucha por la igualdad y la inclusión”. Frase que resulta un tanto llamativa si pensamos en todas las denuncias por apremios ilegales y torturas que ha recibido la fuerza sólo en lo que va del año.
Lami se hizo cargo del pasado misógino de la policía: “durante años las mujeres vivieron la injusticia de no poder llegar a cargos altos, por lo tanto, es una alegría participar del reconocimiento de compañeras”, dijo el jefe de la fuerza.
Las premiadas fueron Trinidad Chávez, ascendida hace un par de años a directora General de Estrategia Policial y Rita Estela Ríos, quien está a cargo de la Dirección General de Tecnología y Sistemas.