Algunas apreciaciones sobre la teoría política de “Libertad” Avanza.
Andrea Sztychmasjter
Sí, el candidato más votado en las últimas elecciones PASO se define dentro del “anarquismo capitalista” y esto lo repiten desde académicos varios hasta autopercibidos periodistas y analistas críticos de la primera hora.
Sin embargo, el candidato olmedista salteño de Libertad Avanza, Javier Milei, no solo logró apropiarse de una palabra, un concepto tan importante como el de libertad sino también logró confundir hasta a los más “lúcidos” y “leídos” intelectuales que ni siquiera pudieron advertir lo que ni las encuestas señalaron.
Milei se definió como “anarcocapitalista de largo plazo y de corto plazo minarquista”. En la práctica agregó el economista esto significa “que el estado solo para temas de seguridad y justicia y cuando la tecnología permita reducir esas funciones del estado, también eliminarlos. Anarcocapitalismo para eliminar el estado y todo sea de dominio privado”.
“Javier Milei es una versión mucho más extrema, que roza el anarquismo» (Mauricio Macri, La Nación, 2021), «Milei é uma espécie de anarquista, que atrai muito os jovens» (Pablo Stefanoni, O Globo, 2021), «Milei es una suerte de anarquista de derecha» (Alberto Fernández, El País, 2022), «Milei propone un estado de anarquía total» (Roque Gervasoni, Misiones Plural, 2023), «Milei plantea un grado de anarquismo… El anarquismo, la destrucción de derechos ajenos como si fueran una casualidad» (Julio Bárbaro, La Kalle, 2023), «Javier Milei: una amenaza libertaria para la política argentina» (Pablo Stefanoni, Open Democracy, 2023)
Pese a estas definiciones la lógica común indica que es contradictorio defender la propiedad privada y querer abolir el estado, de esta manera lo explica Montserrat Álvarez: “Mi tesis puede resumirse en dos frases: el Estado es la cara política de la propiedad privada y la propiedad privada es la cara económica del Estado. Por ende, rechazar la autoridad del Estado y defender la propiedad privada es una contradicción”. Álvarez además agrega
“La contradicción fundamental de los llamados «anarcocapitalistas» o «anarquistas de derecha» es que por un lado defienden la propiedad privada del capital y por otro rechazan el Estado. Para el anarquismo propiamente dicho, por el contrario, propiedad privada y Estado son dos caras de la misma moneda: la propiedad privada es necesaria para la acumulación de capital y, por ende, mientras exista existirá el Estado, guardián de los privilegios que ella sostiene y reproduce; rechazar el Estado y defender el capitalismo es, en consecuencia, extremadamente superficial. Como escribe Cappelleti, resumiendo la tesis expuesta por en ¿Qué es la propiedad? (1840), para los anarquistas aceptar la propiedad equivale a aceptar el Estado, porque el dualismo gobernante-gobernado no es sino el correlato del dualismo propietario-proletario”.
Pero por sí no quedó claro hay más: Beatriz Sarlo, escritora y ensayista, señaló más fríamente que “ Milei dice que es anarcocapitalista, pero es una fórmula para enganchar giles que lo que busca es que no se piense en ella. Es para atraer gente que no tiene ni el tiempo ni las disposiciones de espíritu para analizarlas”.
Qué dicen los anarquistas salteños
Juan Carlos Gallo analizó esta contradicción de considerar a Milei anarquista y así describió: “Milei no es un sujeto que aparezca de la nada, es algo que se viene construyendo hace tiempo con políticos como Bullrich, Espert y Gomez Centurión y Olmedo que siempre estuvo. Pensándolo desde la geo política pasó con Bolsonaro en Brasil, Vox en España, hay muchas expresiones neo fascistas y para nada anarquistas ni por cerca son liberales y neo nazis. Esta construcción lo vienen haciendo los más poderosos, que piensan a Latinoamérica como un escenario donde hay recursos y hace años lo vienen haciendo generando un estado de inestabilidad política en diferentes países como Ecuador, Perú y el golpe a Bolivia. Este escenario abre las puertas para que entre el gendarme del mundo con su supuesta ayuda humanitaria con Estados Unidos y China y la venta de recursos”.
Juan Carlos agrega que los anarquistas nunca estarán en contra de la educación y la salud pública “el anarquismo piensa desde la organización horizontal y la solidaridad, desde un principio de apoyo mutuo, nunca podría estar por encima del pueblo y nunca ningún anarquista se pondría de candidato a querer gobernarnos, muchos menos con mano dura y bala”.
Contradicción lógica
Aunque la defensa del capitalismo que profesa ya es en sí misma contraria a las bases conceptuales del anarquismo, el llamado “anarcocapitalismo” que más bien debe considerarse una versión radical de un liberalismo clásico tiene sus exponentes mundiales. Entre los prominentes están: David Friedman, Jan Narveson, Anthony Jasay, Gary Greenberg, Brian Giovannini, Walter Block y Hans-Herman Hoppe.