Viene potente el plan «Pusimos Orden».

 

Primero fueron los manteros, siguieron los fruteros y los cartoneros. Finalmente les tocó a los cuidacoches nocturnos, más conocidos como «trapitos». La interventora de Espacios Públicos, Susana Pontussi, encabezó este fin de semana una nueva etapa del plan «Pusimos Orden» y se llegó hasta la zona de bares y restaurantes.

Rodeada de un buen número de uniformados, la funcionaria encaró a los «trapitos» y los invitó a retirarse. hubo algunos, según adujo, que se pusieron belicosos.

Al parecer, el operativo se diagramó luego de que turistas y salteños manifestaran que, en algunas zonas, los muchachos quieren cobrar $1000 para estacionar. La supuesta denuncia
reavivó el debate sobre el estacionamiento medido en horario nocturno y podría debatirse una modificación a la ordenanza en el Concejo Deliberante.

Según declaró Pontussi a radio CNN, “Registramos 27 trapitos. Primero nos acercamos para preguntarles y pedirles la documentación correspondiente y nos encontramos con que algunos tenían permisos muy viejos y vencidos. Otros, contaban con un pedacito de talonarios de los permisionarios autorizados, y nos contaron que se los habían comprado a alguien, lo que está totalmente prohibido”, contó.