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Poder en el Cuarto: La FM del Carnero a costo cero

Tres periodistas embaucadas por un mañero comerciante de los medios, que nuevamente ideó la forma de ahorrarse la viyuya 

                                                                                                            Por Lola Mento

Los medios de comunicación también atraviesan la crisis a la que estamos sometidos todos los argentinos, y se las ingenian para poder llevar adelante sus programaciones con la mayor normalidad posible e intentando mantener la fuente laboral en esfuerzos desmedidos. Sucede que mientras rigen paritarias con los sindicatos, los costos son mayores, los anunciantes privados están ausentes, y las pautas gubernamentales, son lo único en la Argentina que se encuentra congelado desde el año pasado.

Frente a esta situación, el imaginario de un conocido empresario mediático -a quien lamentablemente muchos jóvenes toman como ejemplo a seguir, pero no precisamente por su trayectoria-, se ha puesto nuevamente en actividad para conseguir excelentes productos periodísticos, sin poner un peso, y de paso equilibrar la balanza machista, ya que su programación (al aire) está liderada en un 98% por periodistas, locutores, comentaristas, hombres -los que a cambio de un sueldo, han superado incluso, los maltratos a los que son sometidos.

Es así como a costo cero, el incorregible empresario, ha incorporado a la programación de su radio en horario nocturno una especie de repetición de: “El Acople” de la talentosa Natalia Nieto (producto que pertenece a Canal 10) los días lunes, el nuevo programa de entrevistas “Hablemos” de la encantadora Mónica Juarez (producto que pertenece a Canal 11) los días martes, y “Día de Miércoles” (producto de Somos Salta ex Cablevisión) de la incisiva Mónica Abilés los días miércoles.

Las tres periodistas en cuestión, supieron abrirse camino y ocupar un espacio importante a fuerza de talento, criterio y perseverancia (y pagan de sus bolsillos, por los espacios en los medios que se encuentran); pero en este caso, fueron seducidas por este encantador de serpientes, que decidió enriquecer su negocio, sin poner un peso (como es su costumbre).