El diario el Tribuno sorprendió a los minuciosos lectores el pasado 15 de mayo, con un artículo sobre Evo Morales, bajo el título de “Ensaya su última trampa en Bolivia”.

                                                                                                        Por Lola Mento

El  diario aborda el intento del presidente boliviano en su cuarta candidatura presidencial, violando la Constitución y la voluntad popular.

Señala El Tribuno: “El artículo 168 de la carta magna es claro. «El período de mandato de la Presidenta o del Presidente y de la Vicepresidenta o del Vicepresidente es de cinco años, y pueden ser reelectas o reelectos por una sola vez de manera continua». Sin embargo, quien se percibe así como el todopoderoso de Bolivia fuerza todo lo que no está a su alcance.

Hasta ahí, todo bien si no fuera por que la nota, con una pequeña modificación al título, es un extracto “pirateado” del sitio de noticias Infobae, firmado por el periodista Laureano Pérez Izquierdo.

Esto, sin dudas respecto a información y opinión, no tiene ningún tipo de objeción en el sitio web de origen, pero… en el diario El Tribuno hace más que ruido. Sobre todo teniendo en cuenta que es el diario perteneciente a la familia Romero, y que uno de sus principales propietarios, es precisamente el actual senador y exgobernador Juan Carlos Romero. Fue precisamente este mandatario a quien se le antojó una “interpretación» caprichosa de dos mandatos constitucionales para perpetuarse en tres, por un período de 12 años.

Se trata del mismo mandatario que el año pasado ya en su papel de legislador y un poco tarde, manifestó estar de acuerdo en terminar con las reelecciones indefinidas en todas las categorías, y que él mismo comprobó que un tercer mandato en el gobierno, no es bueno (claro que para eso, tuvo que hacer el sacrificio de comprobarlo).

Es así como para Romero, perpetuarse en el mandato (y de paso beneficiar a su diario con abundante pauta publicitaria) bueno, en cambio Evo viola la Constitución y la voluntad popular. Una simple cuestión de “interpretación”.