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Plaza 9 de julio: Apuran los sumarios

La gestión de Bettina Romero se despide inmersa en un escándalo impensado meses atrás. La remodelación de la plaza 9 de julio, además de la desaprobación mayoritaria de los salteños, podría costarle que algunos funcionarios sean sumariados. 

 

El escándalo en el que derivó la polémica refacción de la plaza 9 de julio era impensado allá por noviembre del año pasado, cuando el plan de obras era apenas un proyecto. Los casi 10 meses que demandaron los trabajos, sumados a la triplicación del presupuesto inicial, el agregado de obras complementarias y la sensación generalizada de que “todo quedó igual que antes”, alimentaron el descontento general con una gestión municipal que se va con los niveles de desaprobación más altos de los que se tenga memoria.

Si a eso se suma la chance de que los funcionarios intervinientes en el proceso de licitación y contratación afronten sumarios por su accionar negligente, la culminación del mandato bettinista no podría haberse dado en peores términos.

Durante la última sesión ordinaria del Concejo Deliberante, se sancionó una resolución por la cual se solicita al Tribunal de Cuentas que lleve adelante los procedimientos sumariales en virtud de las obras de refacción y puesta en valor de la plaza 9 de Julio. La autora de la resolución, la edil Alicia Vargas, sostiene que la iniciativa tiene como objetivo apoyar lo que el Tribunal de Cuentas manifestó sobre los procesos sumariales a los funcionarios que participaron en el desarrollo de las obras en la plaza central de la ciudad.

Esta iniciativa responde al dictamen de no objeción que se había requerido por la Resolución N°15.39 de la Oficina Central de Contrataciones, donde se había precisado al Ejecutivo Municipal que antes de la suscrición del contrato con la firma adjudicada a las obras, se solicite un informe sobre planos eléctricos y de ampliación del sistema de riego que tenían que ser aprobados por el COPAIPA, lo cual no se cumplió.

Además, se hace referencia a la observancia de los Dictámenes de Plenario N° 985 con fecha del 11 de septiembre de 2023, N° 987 con fecha del 27 de septiembre de 2023 y N° 988 con fecha del 6 de octubre de 2023, con sus respectivos hallazgos y conclusiones. Asimismo, se mencionan los informes producidos por la Gerencia de Auditoría de Obras Públicas junto con un dictamen conjunto elaborado por la Gerencia de Control Previo y la Gerencia de Asuntos Judiciales y Laborales.

Pedido a la copaups

Los concejales capitalinos solicitaron a la Comisión de Preservación Arquitectónica y Urbanística (CoPAUPS) que proporcione información sobre su participación en el proyecto de remodelación de la plaza, según lo propuesto por la edil Agustina Álvarez Eichele, del bloque PRO. “Es un acto más para tratar de entender lo que sucedió en la Plaza 9 de Julio”, sentenció el edil José Gauffín, de su mismo bloque, y afirmó: “Nuestra obligación como concejales es explicarle a los salteños lo que ocurrió allí”. Los ediles buscan saber si la CoPAUPS emitió un certificado de no objeción y si hubo supervisión correspondiente.

“Esta obra fue muy promocionada, nos iba a costar 135 millones de pesos, pero hasta aquí pareciera que va a salir 380 millones. Una enormidad”, señaló el edil, quien aseguró que, hasta ahora, “nadie entiende”. Pidió no catalogar este hecho como una “improlijidad”, ya que aseguró que “hubo un acto deliberativo -por parte del ejecutivo municipal- para evitar los controles previos.

El pedido de Gauffín podría resumirse en la siguiente pregunta: ¿Cómo es posible que los que deben proteger el patrimonio hayan dejado pasar semejante cúmulo de irregularidades? La respuesta, a su vez, podría resumirse en que, los que debían controlar, son parientes de los que impulsaron las obras. Entiéndase. La titular de la Copaups, Laura Saha, es cónyuge de Marcelo Romero, hermano del ex gobernador y por ende tío de la intendenta Bettina Romero. De allí que la comisión encargada de preservar el patrimonio urbano de la ciudad no haya movido un pelo a lo largo de los casi 10 meses que demandó la obra.

Extrañezas, falencias y desprolijidades

Uno de los aspectos sobresalientes del informe presentado por el Tribunal de Cuentas a los concejales tiene que ver con el avance de la obra. Mientras que la comuna desembolsó el 97% de los fondos a la empresa Norte Áridos, los trabajos apenas se concretaron en un 80%. El otro 20% restante corresponde a la zona de la glorieta y a otros trabajos menores. Curiosamente, los desfasajes entre la ejecución presupuestaria y la ejecución de la obra fueron una constante en los proyectos nunca concluidos del Fondo de Reparación Histórica.

El costo final de la obra también propasó los límites de lo esperado. De $125 millones presupuestados originalmente, el monto se disparó a $380 millones. A las sucesivas redeterminaciones de precios, la municipalidad sumó nuevas contrataciones para obras complementarias por $120 millones adicionales. Las ampliaciones comprendieron obras de refacción por iluminación, del sistema eléctrico y de remodelación en las instalaciones de la plaza, no muy distante a lo que ya se había presupuestado con anterioridad. Todas las contrataciones fueron oficializadas el 5 de junio pasado.

Entre las curiosidades del compendio de anomalías detectadas por el Tribunal figura el faltante de farolas coloniales de hierro fundido, que forman parte del patrimonio de la ciudad y cuyo destino se desconoce. Al respecto la concejal Alicia Vargas expresó que “extraoficialmente, se dice que están en poder de la empresa contratista”, haciendo alusión a que los planos de electricidad “no están”, por lo que las obras del tendido eléctrico de la plaza se hicieron sin ellos. Detalló también que “COPAIPA informó que los planos fueron presentados, devueltos con algunas observaciones, y no se volvió a presentar nada”, señalando que tampoco se presentaron los planos del sistema de riego.

Finalmente, como hecho anecdótico, Gauffín señaló que la placa de bronce que da nombre a la Glorieta, una placa de grandes dimensiones colocada entre las dos escalinatas, fue sacada.

“Desde el año 86, lleva el nombre del poeta Gustavo Adolfo Bécquer. ¿Si lo único que hicieron fue pintar, para qué se la sacaron? Me dicen que la van a colocar de nuevo, no entiendo para qué se la llevaron y no entiendo como la CoPAUPS lo permitió”, sentenció el edi