Victoria Val, vocera de COPDISAL (Consejo de Organizaciones Prestadoras de Discapacidad en la Provincia de Salta), denunció la grave situación que atraviesan las instituciones que prestan servicios a personas con discapacidad afiliadas al IPS (Instituto Provincial de Salud de Salta).
A la fecha, los honorarios correspondientes al mes de agosto aún no han sido abonados, lo cual no solo impide que las instituciones cumplan con sus obligaciones económicas, sino que pone en riesgo la continuidad de la atención a sus concurrentes. Val, quien también preside la Fundación Espacios, detalló que esta situación es resultado de una acumulación de problemas estructurales. “Históricamente, el IPS tenía una demora de dos meses en los pagos, pero al menos respetaba un cronograma. Eso se perdió, y llegamos al 21 de diciembre sin haber recibido los pagos de agosto. Esto afecta directamente a nuestra capacidad de operar”, afirmó.
La ética frente a la crisis
A pesar de las adversidades, las instituciones han priorizado la atención de las personas con discapacidad, evitando suspender las prestaciones. “Decirle a una familia que no atenderemos a su hijo porque no nos pagan sería amoral. La familia no tiene la culpa de esta situación”, expresó la especialista. Sin embargo, comparó esta postura con la de otros sectores. “El Colegio de Psicólogos y las farmacias, al tomar medidas de fuerza, lograron que les pagaran. Nosotros no tenemos esa posibilidad porque trabajamos con un sector extremadamente vulnerable”, destacó.
Contraste con otros programas
Paradojalmente, la vocera de este sector de los prestadores de la discapacidad señaló que el programa nacional Incluir Salud, históricamente cuestionado por sus retrasos, actualmente está al día con los pagos. “Esto demuestra que la demora del IPS no es una cuestión sistémica, sino de gestión provincial”, concluyó.
Si bien desde COPDISAL aseveraron que no hay intenciones de suspender el servicio, también plantearon sus incertidumbres para seguir desempeñando sus tareas. Y es que el sector, que ya enfrentaba un contexto desfavorable, cierra el año con más inconsistencias que certezas por parte de la obra social más grande de la provincia, lo que agrava una crisis que podría tener consecuencias devastadoras para una de las poblaciones más vulnerables de la provincia.