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«Pepe» Muratore envuelto en llamas

 

Tener un mini-imperio con polos en Juventud Antoniana y en el Mercado San Miguel no es una tarea fácil, y peor aún si queres seguir avanzando contra puesteros y puesteras que no adhieren a la forma de administrar de José Muratore.

 

En la madrugada del pasado 6 de noviembre, un incendio de gran magnitud se desató en el histórico Mercado San Miguel, ubicado en el corazón de la ciudad de Salta. El incidente habría comenzado pasadas las 3 de la madrugada y se extendió hasta la media mañana, logrando controlar todos los focos ígneos.

José Muratore, administrador del Mercado destacó el trabajo de Bomberos y Policías, para que el siniestro no dejara más daños a su paso. “Hay que tener fuerza. Vivimos algo parecido algo similar hace un par de años. Esto te supera. Fue de madrugada”, dijo en una radio.

El jefe de Bomberos de la Policía comentó que “el fuego fue extinguido en su totalidad, continuando en estos momentos con la tarea de enfriamiento, lo que dará lugar a que personal técnico del departamento de Bomberos y criminalística puedan llevar adelante los trabajos investigativos”. Ingresaron por distintos lugares del Mercado, todos los puestos de calle Urquiza fueron los más perjudicados presentando pérdidas totales, techos y muros colapsados, afirmando que se perdió “un 50% es lo que están calculando dentro de lo que es Urquiza”.

Alto prontuario

Ya desde 2001 Muratore acumula víctimas y enemigos por su maquiavélico proceder, “serruchando el piso” de todos los directores hasta que se terminó quedando con el cargo, tanto en el Mercado como en el Club de sus “amores”. Con el boom de la finalización de los puestos del primer piso sobre Alberdi hasta casi calle Urquiza, Muratore acaparó poder cómo nunca antes ningún administrador o director.

En el medio Muratore asoció a los dueños más viejos de los puestos y pactó un gobierno sin fecha de vencimiento, que dejaba las mayores de las ganancias a esta selecta mesa y dejando fuera de juego a decenas de familias que no podían “hacerle la pulseada”.

A través de sus hijos, ex mujer, actual, y algunos amigos, Muratore se ha quedado con muchos de los puestos arrendándolos para que otros trabajen y ellos se queden con la mayor parte vía renta.

Desde 2016 algunos socios protectores del Centro Juventud Antoniana se rebelaron contra el “petiso” con una denuncia penal contra el entonces presidente del club, “Pepe” Muratore y su secretario Darío Cayón por presunta falsificación de instrumento privado. En la misma época dejó un tendal de pequeños inversores perjudicados por el fracaso del Paseo Comercial en inmediaciones de CJA.

Unos años después los puesteros del inhabitable subsuelo del Mercado San Miguel, antes usado como estacionamiento y con larga tradición de problemas de cloacas y peligrosas inundaciones. Desde el año pasado la tensión viene subiendo por el mal estado en que se encuentra la infraestructura del sector, describieron que el problema de las cloacas podría traer graves consecuencias.

Lo último

Durante la mañana del incidente una puestera y su hija alzaron la voz denunciando mediáticamente que el siniestro no había sido accidental, sino un ajuste de cuentas contra Muratore, que al mismo tiempo había comentado a sus allegados que de suceder, traería beneficios y apoyo de un ex secretario de la Gestión Isa, hoy con un muy alto cargo.

Para avalar la teoría del accidente una familia de comerciantes del lugar contó que se podían observar “irregularidades en las instalaciones eléctricas”. En los últimos tiempos ingresaron más puesteros y no se podía ni caminar a través de los pasillos que daban a la Urquiza por la cantidad de locales y mercadería”.

La damnificada hizo énfasis en la apatía del administrador y le mandó a recordar que hacia fines de los 2000´ no tenía para darle de comer a todos sus hijos y andaba en una rastrojera naranja que se caía a pedazos. La bronca parece arrastrar varias décadas y las denuncias se acumulan al mismo ritmo.

Las puesteras prometieron iniciar acciones legales por lo sucedido y expresaron que confían en que la justicia dará con la verdad de lo sucedido. La “hipótesis” de las opositoras gira en torno a los conflictos que Muratore llevó al Mercado San Miguel por cruzar socios de su ex gestión como presidente del Antoniano.

Uno de los hombres de Muratore presentes aquella mañana sobre calle Ituzaingó señaló como “malagradecidas” a las señoras que no podían contener la furia y tristeza de saberse en la calle y habiendo perdido todo su negocio.

Las denuncias de enemigos y víctimas que carga en sus espaldas el actual administrador del mercado prometen seguir desnudando sus asociaciones presuntamente ilícitas y mala gestión durante más de 20 años como secretario y posterior administrador del Mercado.

Las deudas de Muratore con los inversionistas del “Complejo Comercial” sobre calle Rioja y sobre Catamarca, alrededor de la cancha, también podrá ser un fantasma que lo puede alcanzar vía penal. Incluso, desde su mesa chica, puede recibir un puñal judicial que lo deje fuera de todas las jugadas.

Continuará…