Señalan que funcionarios de los Ministerios de Salud y Asuntos Indígenas fueron influenciados por referentes antiderechos para que dilataran cuatro meses el aborto no punible a la menor.

La intromisión cristiana sigue produciendo estragos cuando hablamos del derecho y respeto a los derechos de las niñas. Este caso reflejado en un matutino local es un ejemplo más de cómo la imposición de creencias religiosas ponen en peligro la propia vida de mujeres y niñas.

Se dio a conocer que un pastor evangélico de Tartagal abusó y dejó embarazada a niña de 13 años perteneciente a la comunidad chorote de Tartagal. Luego de cuatro meses de dilatación, finalmente lograron que la niña acceda a un aborto no punible. Pero durante este tiempo referentes antiderechos trataron de influenciar a funcionarios de los Ministerios de Salud y Asuntos Indígenas para que la menor no acceda a su derecho consagrado por ley.