La justicia nunca pudo hallar al extitular de Tierra y Hábitat para que declare en una causa por corrupción en la cual, según varios, debió haber estado imputado.

Quizá Sergio Usandivaras, ex titular de Tierra y Hábitat, debería dar una de esas pedorras charlas Ted sobre el arte de jugar a las escondidas. Al menos eso se podría haber pensado hasta ayer cualquiera: Usandivaras parecía un tipo imposible de hallar. Durante meses se juzgó a su subsecretario, Diego Barreto, por un supuesto acto de corrupción (la entrega irregular de terrenos) y quien debía ir a declarar –y para algunos era quien realmente debía estar sentado en el banquillo de los acusados- nunca apareció. La justicia decía no encontrarlo, el tipo no iba.
Pero al parecer no era tan difícil: porque el domingo apareció junto al gobernador Juan Manuel Urtubey, disfrazado de gaucho, a caballo en el festival Jesús María. Lo vimos por TV. Ahí estaba el cholo inhallable. El cholo invisible ahora quería ser visto.
Es triste lo que pasa en Salta y ha quedado en evidencia en los últimos días: la posibilidad de que la justicia se haga realidad y alcance a alguno de nuestros chetos con doble apellido es mínima. Pasa muy, muy cada tanto: un Mamaní agente de tránsito decide no apechugar y filma a quien lo trató de esclavo, a quien se sentía superior por el solo hecho de pertenecer a otra clase social. Esa fue una excepción. Usandivaras es la regla.