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Para un Gauffín, nada mejor que una Gauffín

 

En las tertulias políticas no se deja de comentar la nominación para jueza de Corte de María Alejandra Gauffín. Y no por el resonado escándalo conocido como “las candidatas a dedo”, que en su momento la hizo cobrar protagonismo, sino por su conexión familiar.

En aquel entonces, el alboroto se produjo cuando, una de las concursantes a camarista, Marcela Von Fischer, presentó un recurso de amparo objetando a dos postulantes, María Alejandra Gauffin y María Victoria Mossman, que habían gozado del beneficio de tener un conocimiento previo, del caso que había sido materia de examen. El final de la historia fue la ya conocida por todos, que el entonces gobernador Juan Manuel Urtubey, decida llamar nuevamente a concurso. Borrón y cuenta nueva.

Ahora, cobra de nuevo notoriedad la figura de Alejandra Gauffin, no por este desliz que ya pasó al olvido sino por la importancia del cargo que se descuenta, ya es un hecho que pase a ocupar. Un detalle no mejor es el parentesco con el contador Pablo Gauffin, ex secretario de Hacienda relacionado con la causa aún en investigación de la justicia, conocida como la de los “facturas truchas”. En el expediente judicial elaborado por el juez Julio Bavio, se transcriben conversaciones de Matías Huergo con una serie de funcionarios y empresarios. Entre ellas, aparece nombrado “Pablito” Gauffin. En los allanamientos  a la computadora de Huergo también se pudo comprobar la existencia de pagos a Gauffín, por un total de 1.510.000 de pesos. De la notebook, habían sido eliminados los archivos, pero posteriormente recuperados por la justicia federal. Los pagos figuraban bajo la leyenda “Pgauffin” o “Pablo Gauffín” y estaban incluidos en una carpeta de archivos que contenían otra serie de pagos.

Esta causa se encuentra tramitando parcialmente en la Justicia Federal (la evasión impositiva) y está a la espera de que la provincia decida investigar los posibles delitos contra las arcas municipales.

¿Ahora se comprende la sonrisa amplia que esboza Gauffin en sus cafecitos habituales en la zona del shopping, frente a la certeza de que su hermana pasará a ocupar el escalón más alto de la justicia salteña?