El médico Quique Caubet, del Val d’Hebron (parque sanitario de referencia mundial en Barcelona) explicó este jueves lo que no se explica del COVID-19. Esto está pasando en España pero las cifras son similares a las nuestras y sirve para ilustrar el futuro en argentina de esta pandemia. Aquí un resumen de su teoría.

“Lo que determina el peligro de un agente infeccioso es la combinación de 3 factores: el vector de contagio, la morbilidad y la mortalidad. El COVID-19 tiene un vector de contagio entre 1,5 y 2,5, 3 veces superior a la gripe. Su propagación es geométrica: 1-2-4-8-16-32-64-128-256… Pero lo peor de todo es que, a diferencia de la gripe, se contagia también durante las dos semanas de incubación, antes de tener síntomas. En cuanto a la morbi-mortalidad, hay que tener en claro que todos vamos a infectarnos en los próximos tres meses”.
También explica que cada 1000 personas, “900 lo pasarán asintomáticamente, incluidos niños y jóvenes. 100 mostrarán síntomas. De esos 100, 80 lo pasarán como una gripe fuerte con tos seca, dolor de cabeza y muscular durante dos o tres semanas, superándolo luego de eso. De 20 que quedan, 15 desarrollarán una neumonía bilateral con dificultad para respirar, que requerirá ingreso hospitalario para administrar broncodilatadores, corticoides y oxígeno. Los 5 restantes desarrollarán una fibrosis pulmonar que exigirá inmediato ingreso en la Unidades de Terapia Intensiva (UTI) con respiración asistida. De esos 5, 3 morirán. Y los dos que se salven presentarán secuelas que obligará posiblemente a trasplante de pulmón”.
Estas son las cifras que se manejan actualmente en la comunidad científica occidental, ya que los datos en China han sido peores. .
“El problema es que, a diferencia de la gripe, ante la cual una parte de la población se vacuna y además ataca progresivamente a lo largo de 5 meses al año, está infección es una oleada multiplicadora. De forma que en dos-tres meses se van a producir todos los contagios. Así que ya tenemos los datos para hacer las cuentas”.
Lo que quiere decir que de los 40 millones de españoles, solo 4 millones van a tener síntomas. De los que 3.200.000 la pasarán como una gripe mala en casa. 600.000 necesitarán ingreso hospitalario con oxígeno. Y 200.000 necesitarán UTI. El problema se presenta porque España solo cuenta con 200.000 camas hospitalarias y 3.800 camas de UTI. Estos números se parecen mucho a los de Argentina.
Entonces el punto es que la enfermedad en sí no es lo más importante sino sus características epidemiológicas. El COVID19 viene en una oleada, infectando a toda una población que no tiene inmunidad previa en cuestión de 2-3 meses, dando como resultado el colapso total en el sistema sanitario. Lo que se ve claramente en la situación actual de Italia.
“Cuando las camas hospitalarias y las UTI estén llenas habrá que aplicar lo que se conoce como Medicina de Guerra, es decir, cuando por cada cama que se quede libre haya 7 personas esperando, los profesionales tendrán que decidir, a quién atienden y a quién mandan a su casa diciéndoles que les mandarán un médico y una bombona de oxígeno, que no llegará nunca porque también se habrán acabado. Esa decisión se tomará en función de la edad y el estado general. Es decir, se escogerá a los más jóvenes, que tendrán más posibilidades de sobrevivir. Esto sin contar el resto de patologías graves y urgentes: infartos, Ictus y accidentes de tránsito, sin camas y sin UTI.
En España se calcula que el sistema colapsará los primeros días de abril.
La única protección pasa por no salir a la calle más que cuando sea necesario. Van a ser sólo unas semanas.
“Que una persona sufra la enfermedad asintomáticamente, como una gripe o necesite ingreso hospitalario, depende fundamentalmente de la edad y del estado inmunológico del paciente, pero también de un concepto que se llama “carga viral”, la cantidad de millones de virus que han entrado en nuestro organismo en el momento del contagio. Mientras mayor sea esa carga viral, más daño puede hacer el virus a nuestros pulmones mientras nuestras defensas se organizan y fabrican los anticuerpos para defenderse”, explica el profesional de la Salud.
A los jóvenes y a todos aquellos que se sientan poco vulnerables, se les pide responsabilidad ética para aislarse para no contagiar a la población vulnerable, a la que si le pude llevar a la muerte este virus. “Espero estar equivocado y que las cosas se contengan a partir de ahora que se están implantando medidas de mitigación y aislamiento social. La verdad de la situación no se dice claramente en ningún medio de comunicación, solo en los foros especializados. Entre todos podemos lograr que el sistema sanitario de cada país no colapse, pues las otras enfermedades no van a dar tregua en esta situación y puede morir mucha gente de otras enfermedades, simplemente por la imposibilidad de ser atendidos”, concluye Quique Caubet.