En los partos trabaja una sola enfermera, que debe elegir entre atender al bebé o a la madre.

En el hospital San Vicente de Paul, en Orán, la están pasando mal. Necesitan, urgente, más personal médico. Hoy se conoció la nota envidada por la Jefa de enfermería de neonatología, Nadia González, implorando por al menos tres enfermeras más para el área.

“Reducir el personal de enfermería en la sala de parto deja en evidencia el inminente peligro contra la salud y la vida a la madre y del neonato», dijo.

No cuenta algo que puede pasar, sino algo que ya pasó. El 1 de setiembre, durante la mañana, llegó una adolescente embarazada, con diagnóstico preeclampsia. No había quién la atienda. Quedó esperando y tuvo complicaciones, con secuelas de por vida para ella y el neonato.

La profesional pidió en esa nota que se revea la iniciativa del Programa de Enfermería, que con el visto bueno de la gerencia, en la práctica de la atención de salud se traduce en dejar una sola enfermera en el servicio de parto. “No es suficiente para la atención en la emergencia obstétrica y neonatal”, enfatizó.

Una sola enfermera no puede atender al bebé y a la madre al mismo tiempo. “Hasta la fecha se logró la cobertura de los sectores con el desempeño de horas guardias del personal del servicio, lo cual en estos tiempos y tras seis meses, representa un riesgo para la salud mental y física”, escribió.