Los jueces Adolfo Figueroa y Antonio Omar Silisque, miembros de la Sala IV del Tribunal de Impugnación, confirmaron la sentencia que la Sala I del Tribunal de Juicio de Tartagal le impuso a R.F.A. de treinta años de prisión por haber abusado sexualmente de sus dos hijas.

R.F.A fue condenado a treinta años de prisión de ejecución efectiva por el delito de abuso sexual en perjuicio de sus dos hijas. La sentencia la dio la Sala I del Tribunal de Juicio de Tartagal y los jueces fueron Adolfo Figueroa y Antonio Omar Silisque, miembros de la Sala IV del Tribunal de Impugnación.

El Tribunal de Juicio sostuvo que “El abuso sexual intrafamiliar afecta no solo a la víctima, sino a todos los miembros de la familia, teniendo consecuencias emocionales para todo el sistema familiar al tener que mantener el secreto, provocando un estilo de relación anómalo que compromete la relación de la familia consigo mismo y con el entorno”.

La edad de las víctimas, el tiempo durante el cual fueron sometidas, el daño psicológico, el daño físico y moral, los actos de violencia e incluso el hecho de que una de las víctimas fue obligada a realizar prácticas abortivas fueron unas de las tantas cosas que se consideraron para dictaminar la sentencia.