En una escuela de Salvador Mazza se afanaron 40 computadoras. A los cacos poco les importó que el establecimiento estuviera situado al lado de de una comisaría y un puesto de Gendarmería. Lo mismo hicieron de las suyas.

La incompetencia de la policía puede medirse de diferentes maneras, desde el uso de la tecnología con las cámaras que no funcionan y en pleno centro capitalino, al frente de la 9 de julio, se afanan un televisor y la culpa recae sobre la empresa que no brinda conectividad de internet, hasta el uso desmedido de la fuerza en ocasiones que no lo ameritan, como meter en cana a un perejil luego de una “extensa” investigación y con sólo el nombre del sospechoso luego de la gresca tras un partido de futbol y porque Tinelli lo pide por twitter.

A esto podemos sumarle los distintos robos que se dan en cercanías de comisarías o puntos supuestamente vigilados de la ciudad. Como ocurriera el año pasado con la ola de los rompevidrieras.

Ahora sucedió algo similar pero un poco más al norte, en Salvador Mazza, donde ladrones irrumpieron en la escuela Antártida Argentina para afanarse 40 netbooks de la sala de informática, mientras al lado en la comisaría cercana nadie se daba por enterado, mucho menos en el puesto de gendarmería.

Hasta ahora no se tiene noticias del paraderos de las computadoras.