Prohibieron a las «alternadoras» de los bares porteños. Legalmente eran definidas como «empleadas contratadas para alternar o bailar con los concurrentes»; su figura legal fue suprimida para «evitar trata de personas y prostitución». La Asociación de Mujeres Meretrices rechazó el proyecto.
La legislatura porteña prohibió a las «alternadoras» de los bares porteños. Se trata de las empleadas que eran contratadas para, según su figura legal, «alternar o bailar con los concurrentes». Así, según la legislatura, se evitará «la trata de personas y la prostitución» en los locales nocturnos, informó La Nación.
La ley fue aprobada por 41 votos y 19 abstenciones (de los bloques FPV y Suma+ y los diputados Adrián Camps -PSA-, Marcelo Ramal -FIT-, Fernando Vilardo -AyL- y Patricio del Corro -PTS-).
El proyecto había sido presentado por los diputados Carmen Polledo, Omar Abboud (PRO) y Gustavo Vera (BC), con dictamen de la Comisión de Desarrollo Económico, MerCoSur y Políticas de Empleo, según indicó el sitio de la legislatura porteña.
Así, se derogaron del Código de Habilitaciones y Verificaciones aprobado por Ordenanza 33.266 todas las referencias o disposiciones sobre «alternadoras». Hay un plazo de 90 días para que los bares normalicen su situación.
«La ley se inscribe como una política pública concreta en el marco de la lucha contra la trata de personas y la explotación de la prostitución ajena, estableciendo medidas concretas en relación a la problemática que se enfrenta y en consonancia con la normativa internacional y nacional vigente en la materia», indicaron los diputados Polledo, Abboud y Vera.
Por otra parte, la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina salió al cruce de la norma impulsada por los legisladores Gustavo Vera (BC), Carmen Polledo y Omar Abboud (PRO) que prohíbe la figura de las alternadoras.
En un comunicado, rechazaron la norma porque, según dicen, las empuja “hacia las verdaderas mafias”. Además, dice que la iniciativa “fomenta la confusión entre trabajo sexual voluntario y trata de persona y criminaliza las fuentes laborales de quienes se dedican” a la prostitución.
También, agrega que “la prohibición de cabarets, whiskerías y clubes nocturnos en 11 provincias y 12 municipios de Argentina entre 2011 y 2015 aumentó la vulneración de derechos, el estigma hacia quienes ejercen el trabajo sexual, la violencia institucional, la degradación de las condiciones de trabajo y generó que la organización perdiera contacto con muchas Trabajadoras Sexuales”.