La liberación de los presos con causas de narcotráfico en el norte provincial desnudó una situación que se vive en el resto del territorio: hacinamiento y malas condiciones de encierro. Figurita repetida en Güemes, donde la cárcel rebalsa de presos.

Hace unos días se conocía la notica de la liberación de 36 presos con causas menores en cuanto a la tenencia y tráfico de estupefacientes. Al respecto el secretario del Juzgado, Dr. Alejandro Daher, manifestaba que la decisión fue tomada en base a un habeas corpus presentado por la defensa de los detenidos, por el que quedaban en evidencia las falencias que presentaban los lugares detención, en los que faltaban las medidas de seguridad e higiene, y se vivía en un estado de hacinamiento.

Con las cárceles están colapsadas los detenidos de este juzgado están distribuidos tanto en el interior de la provincia, como en Jujuy, Santiago del Estero, y Buenos Aires. Las liberaciones efectuadas se dieron porque no había lugar donde re ubicarlos, según explicó Daher.

En otra entrevista, el Prefecto de Complejo Penitenciario de Güemes, Sixto Velázquez se refirió al tema: “El Complejo Penitenciario Federal está colmado en su capacidad, hay muy pocos cupos disponibles y para nada satisface con la necesidad del juzgado de Orán, ni de los juzgados de Salta y Tartagal. El complejo Penitenciario de Güemes tiene actualmente capacidad para 488 plazas, y en estos momentos hay detenidos 477 personas; 286 masculinos y 191 femeninos”.