Robert De Niro, Juliette Binoche o Joaquin Phoenix, unen su voz a docenas de artistas y científicos en una carta abierta.

Aaron Ciechanover, Premio Nobel de Química; Albert Fert, Premio Nobel de física; Edmond Fischer, bioquímico y Premio Nobel de medicina; Joachim Frank, Premio Nobel de química; Stanley Whittingham, Premio Nobel de química; Frank Wilczek, Premio Nobel de física; David Wineland, Premio Nobel de física o Muhammad Yunus, economista, Premio Nobel de la Paz, son algunos de los galardonados con el Premio Nobel que apoyan la carta abierta publicada en Francia por el diario Le Monde invitando a la humanidad a hacerse algunas preguntas fundamentales en el contexto de la actual pandemia por coronavirus.

La breve misiva está apoyada a su vez, para ayudar a proyectar su mensaje, por multitud de famosos artistas (actores, escritores, músicos, etc), como es el caso de las actrices Juliette Binoche, Cate Blanchett, Monica Bellucci, Penélope Cruz y Rooney Mara, los directores Pedro Almodóvar o Wim Wenders, los actores Joaquin Phoenix, Robert de Niro y Javier Bardem o las cantantes Barbra Streisand y Madonna.

Este es el texto íntegro:

«No a un regreso a la normalidad»: sobre el desastre ecológico actual

La pandemia de Covid-19 es una tragedia. Sin embargo, esta crisis tiene la virtud de invitarnos a enfrentar las preguntas esenciales.

Los resultados son simples: los «ajustes» ya no son suficientes, el problema es sistémico.

El desastre ecológico actual es parte de una «metacrisis»: la extinción masiva de la vida en la Tierra ya no está en duda y todos los indicadores apuntan a una amenaza existencial directa. A diferencia de una pandemia, tan grave como es, este es un colapso global cuyas consecuencias están más allá de toda medida.

Por lo tanto, solemnemente pedimos a los líderes y ciudadanos que salgan de la lógica insostenible que aún prevalece, para finalmente trabajar en una revisión profunda de nuestros objetivos, valores y economías.

Punto de ruptura

El consumismo nos ha llevado a negar la vida en sí misma: la de las plantas, la de los animales y la de un gran número de humanos. La contaminación, el calentamiento global y la destrucción de espacios naturales están llevando al mundo a un punto de ruptura.

Por estas razones, combinadas con las desigualdades sociales cada vez mayores, nos parece impensable «volver a la normalidad».

La transformación radical que se requiere, en todos los niveles, requiere audacia y coraje. No tendrá lugar sin un compromiso masivo y decidido. Debemos actuar ya. Es una cuestión de supervivencia, tanto como de dignidad y coherencia.