En Cerrillos, una familia está por perder su casa a pesar de que nunca dejó de pagar las cuotas que les correspondían. “Es un caso típico de víctimas de usura”, dijo el Defensor del Pueblo. El dueño de casa, desesperado, amenaza con prenderse fuego.
Una familia de Cerrillos está siendo víctima de la usura y está a punto de ver cómo su casa será rematada por orden judicial, a pesar de que nunca dejaron de pagar las cuotas que se les presentaban.
Se trata de la familia Chauqui, encabezada por Ángel, un hombre de 64 años que sacó un préstamo de dos mil pesos y perdió la casa a pesar de haber cumplido con el pago de las cuotas.
«El caso de la familia Chauqui es un típico caso de víctimas de usura. Cayeron bajo la mecánica de los prestamistas, que solo buscan quedarse con los inmuebles. Fue durante la crisis de 2001», declaró al diario El Tribuno el Defensor del Pueblo de Cerrillos, Carlos Paz.
«Esta familia sacó un préstamo de dos mil pesos y perdió la casa a pesar de haber cumplido con el pago de las cuotas, ya que siempre abonaba los intereses y nunca se achicaba el capital. Es más, según contó Chauqui, por medio de artimañas lo hacía tomar nuevos préstamos para seguir pagando con otros prestamistas, hasta que no pudo salir de la deuda. Yo ahora me veo en la obligación de acompañarlos hasta donde ellos quieran llegar», agregó Paz, quien giró una nota al Concejo Deliberante para que se revise la situación.
«Este es un caso en el que se están vulnerando los derechos humanos de la familia Chauqui, que va a ser despojada de lo más importante, su techo, por el accionar inescrupuloso de gente dedicada a la usura y lamentablemente muy conocida en Salta por ser responsable de decenas de remates de casas familiares», completó Paz.
Por su parte, Ángel Chauqui amenazó con quemarse si todo sigue como hasta el momento. «Si es necesario, me voy a quemar adentro de la casa pero no voy a dejar a mi familia a la calle por culpa de los usureros y el desamparo de la Justicia», aseguró.