El doctor Marcelo Gutiérrez, presidente de la institución, está dispuesto a todo. Vieja rencilla amoroso y un fondo de 900 millones de pesos.

El doctor Marcelo Gutiérrez, presidente de la Caja de jubilaciones y pensiones para médicos de Salta, quiere ser reelecto en los próximos meses. Nepotismo y autoritarismo podrían perpetuarse.

Gutiérrez hizo todo para construir poder. Incluso, lo que no se debe hacer: colocó en un lugar clave a un pariente y para eso tuvo que “limpiar” a otro trabajar.
Todo fue planificado con un par de familiares. Como necesitaban tomar el poder de la gerencia, el presidente decidió efectuar una auditoría interna con precisas instrucciones de observarle hasta el más mínimo detalle, con el objetivo de encontrar cualquier excusa para desplazar al encargado y posicionar a uno de sus familiares.
Para la tarea contrató de manera directa, sin llamar a concurso ni consultar a sus pares, justamente a su primo, el contador Eduardo Ariel Barbito.
La maniobra fue algo obvia: porque a las apuradas Barbito creó “EB Consultora”, solo para facturar ese trabajo. La empresa tiene inicio de actividades el 1/04/2018.
Si se hubiera llamado a concurso, no hubiera ganado nunca.

Mientras se pergeñaba el plan para defenestrar al encargado de las cuentas, Gutiérrez apuró a quién sería la reemplazante: Cecilia Domingo de Barbito. Quizá el apellido les suene: esposa del que hace la auditoría.

El problema que tenían era que Cecilia no se había recibido aún. Así que la apuraron: le dijeron que agilice los estudios de contador en la Universidad Nacional de Salta, porque tenía disponible el puesto de gerente.
Se recibió a fines de junio. En agosto pasó a ocupar el cargo.
Poner a un pariente con cero experiencia, en un cargo que no demanda improvisaciones, puede ser un gran error. Pero está claro que para Gutiérrez ese puesto es fundamental: podrá manejar los 900 millones de la Caja, a piacere.

Algo más que un daño colateral

Hablemos de Sergio Federico Aramayo. Él era el Gerente. Tenía más de 28 años de antigüedad en la Caja. Contra él cargó Gutiérrez. Además de querer sacarlo porque estaba en un puesto que él necesitaba, Gutiérrez también tenía algo personal contra Aramayo: había sido novio muchos años atrás de la esposa de Gutiérrez. Primero lo desplazó a un lugar irrelevante. Después le bajó el 25% el sueldo. Y por último lo mandó al psiquiatra.
Así se maneja el hombre que ahora va por su reelección.