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Nada para festejar

El Observatorio de la Deuda Social Argentina reveló que en el 2016, 1.400.000 personas cayeron debajo de la línea de pobreza y 400.000 se sumaron a la indigencia. De las 100 localidades más pobres del país, varias se ubican en Salta.

Un informe publicado por el diario La Nación dio cuenta de una de las noticias que más impactaron al país en el 2016 y que no pudo detenerse ni con la ampliación de la Asignación Universal por Hijo (AUH), la reparación histórica de los jubilados, la regularización del Indec, el Plan de Primera Infancia para niños hasta 4 años, el Programa Creer y Crear, y la iniciativa El Estado en tu Barrio que son las líneas desplegadas por el Estado nacional.

Daniel Arroyo, ex ministro de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires, asegura que los niveles de pobreza de los próximos años no van a estar vinculados al trabajo del Ministerio de Desarrollo Social, sino al del Ministerio de Trabajo y la Secretaría de Comercio: «El principal déficit que tiene esta gestión es no comprender la economía informal: si uno frena la construcción y el rubro textil está tirando a un montón de gente a la banquina».

Arroyo se refiere a estos 1.400.000 nuevos pobres que se encuentran en un descenso social sin contención, precisa el reporte de La Nación. Se trata de segmentos populares que en otros años habían logrado salir de la pobreza con actividades informales y empleos precarios, en el marco de un mercado de consumo protegido. Además, sostiene que hay industrias como la textil que deben cuidarse por su impacto social.

Los puntos débiles

En el país hay 6300 áreas marginales donde viven entre 12 y 13 millones de personas, con una amplitud geográfica muy grande. En este sentido, el Ministerio del Interior realizó un relevamiento donde detectó 800 comunidades vulnerables, de las cuales eligió las primeras 100 para comenzar un Plan Nacional de Hábitat. Se trata de zonas con menos de 5000 habitantes que fueron seleccionadas teniendo en cuenta el acceso a la infraestructura básica, la calidad de las viviendas y espacios públicos, el nivel de acceso a la educación, salud y empleo.

La mayoría de las localidades donde se está trabajando se encuentran en el norte del país, y las obras de infraestructura comenzaron en Salta y Santiago del Estero. Hasta el momento, el avance de las mismas es del 35%. El gobierno local tiene la condición de obligar a las empresas a tomar gente de la zona para contribuir a la generación de empleo y se creó una mesa productiva liderada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación para encontrar modelos productivos sustentables en las comunidades.