Una comunidad wichi se mantiene en pie de lucha luego de que la semana pasada uno de sus miembros sufriera un accidente y, tras una acción profesional aletargada, perdiera la vida en el nosocomio Enrique Romero de El Quebrachal. Reclaman respuestas de la ministra de Asuntos Indígenas. (Milcíades)
En El Quebrachal, departamento de Anta, la comunidad wichi Isidro Moreno reclama desde el jueves de esta semana la presencia de la ministra de Asuntos Indígenas y Desarrollo Social, Edith Azucena Cruz. Demandan su presencia para que aporte a la clarificación de la defunción de Aldo Federico Moreno, quien fue encontrado el domingo pasado por dos miembros de la comunidad, yacía inconsciente en el suelo junto a su motocicleta en inmediaciones de las rutas N° 16 y 29, en el departamento de Metán, colindante con Anta.
Cuarto Poder dialogó con la referente de la comunidad, Raquel Moreno, y con el fiscal del departamento de Anta, Gonzalo Gómez Amado, hijo del senador del Partido Justicialista (PJ) por el mismo departamento, Ernesto Ángel Gómez. Las versiones de ambos, si bien no se contradicen, corren por diferentes carriles y dejan al descubierto, una por omisión, la otra por declamarlo abiertamente, que la responsabilidad recae sobre la ministra de Asuntos Indígenas y las políticas públicas de salud del Gobierno provincial.
Hasta el cierre de esta edición la comunidad Isidro Moreno permanecía realizando cortes intermitentes de la ruta nacional 16. La referente wichi afirma que van a levantar la medida sólo cuando se haga presente la ministra Edith Cruz y les brinde soluciones.
Hechos y versiones
A la pareja que encontró a Moreno le resultó imposible contactarse con la policía y, ante la demora de la ambulancia, llevaron al joven hasta un puesto sanitario, desde donde lo trasladaron luego hasta el hospital local Enrique Romero. Al nosocomio habría ingresado a las 2am del domingo para fallecer tres horas más tarde. Raquel Moreno afirma que durante este lapsus de tiempo, Aldo Moreno “no recibió la atención necesaria” y que esto provocó su muerte. Es decir, el “destino” era evitable.
“Salimos ayer (jueves de esta semana que pasó) a las seis de la mañana de la comunidad, hicimos una marcha, pasamos por el hospital, pasamos por la fiscalía, después vinimos y cortamos la ruta, pero ningún funcionario municipal vino a visitarnos, a ver cómo estábamos”, declara Raquel y detalla que hasta el momento el intendente de El Quebrachal, Leonardo Fabián García (Frente Justicialista Renovador para la Victoria), no se ha hecho presente en el corte de ruta, ni se acercó a la familia del difunto.
Un escueto comunicado circula por redes sociales desde el jueves a la mañana y plantea la demanda inmediata del corte de ruta. “Que se esclarezca la muerte dudosa de Aldo Federico Moreno que ingresó al nosocomio local hospital Enrique Romero en la madrugada del domingo tras sufrir un accidente, no recibió las atenciones necesarias. Hasta el momento no sabemos cuál fue el motivo de su deceso. El médico que asistió a nuestro hermano se llama Ramiro Blanco. Pedimos justicia y aclaración ya que hay versiones cruzadas del personal que estuvo en la madrugada del domingo”.
“El reclamo que nosotros hacemos es que se esclarezca la muerte del chico, porque este fiscal Amado, lo único que manejan son los datos de la autopsia, cuando lo que nosotros reclamamos es la mala atención del médico que lo recibió”, explica la referente wichi y luego agrega que “el médico lo dejó estar, por eso el chico falleció. Supuestamente el chico estaba en observación. Estaba estable. Y fallece a las tres horas de haber ingresado. ¿Por qué no se evalúo mandarlo a Salta Capital, qué ahí tienen todos los insumos necesarios? Incluso al chico no se le sacó placa, no se le hizo tomografía, nada en el hospital este, lo único que le revisaron fue el ritmo cardíaco y le revisaron el pecho”.
Supuestamente el chico estaba en observación. Estaba estable. Y fallece a las tres horas de haber ingresado. ¿Por qué no se evalúo mandarlo a Salta Capital, qué ahí tienen todos los insumos necesarios?
Lejos de aceptar la partida trágica, “pre-destinada”, de uno de sus hermanos, la comunidad wichi no acepta naturalizar el estado decadente de la atención pública de salud y las condiciones de discriminación que reconocen vivir. Más allá de la frialdad con la que se maneja el fiscal Gonzalo Gómez Amado, que se atiene pura y exclusivamente al dato científico del parte médico de la autopsia, que establece la defunción del joven wichi a causa de una “fractura en el cráneo y un coágulo en la cabeza”, se encuentra implícita una denuncia tanto al sistema de salud público de la provincia como al Ministerio de Asuntos Indígenas y Desarrollo Social.
“Él ingresó en código rojo, y toda persona que ingresa en código rojo se lo deriva para capital porque ahí hay más insumos, ahí hay más tecnología, todo lo que el hospital (Enrique Romero), que inauguró el gobernador Juan Urtubey, no tiene…no tiene ni para sacar placa, no hay ni medicamentos”, prosigue Raquel y no se priva de recordar que en abril pasado tras una brutal e injustificada represión por parte de la Policía de la Provincia, las denuncias que realizaron desde la comunidad permanecen extraviadas en un limbo jurídico.
“La familia no quería que se le haga autopsia” es lo primero que dispara el fiscal Gómez Amado, letrado del Ministerio Público Fiscal en el departamento de Anta, que opera en los municipios de Las Lajitas, Apolinario Saravia, Joaquín V. González, General Pizarro y El Quebrachal.
“Nosotros ordenamos que se le haga igual la autopsia, porque en este caso al ser un delito de orden público nosotros como Ministerio Público Fiscal tenemos la potestad, la obligación y la responsabilidad de realizar la autopsia”, continúa el funcionario judicial y agrega que “se hizo con el médico legal que tenemos nosotros acá y además estuvo colaborando otro médico al que supuestamente le echan la culpa” —Ramiro Blanco—.
En el certificado de defunción firmado por el Manuel R. Villagra se establecen como causas de la defunción “traumatismo de cráneo – fractura de base craneana”. El Fiscal Gómez Amado afirma que “por lo que pudieron investigar la pareja que lo encontró, lo encontró al costado del camino, tirado de la moto, y aparentemente venía de una fiesta (…)”. Por otro lado, las versiones de la comunidad señalan que Moreno venía de ver un partido de fútbol. Lógicamente estas vicisitudes no pueden resolver la incertidumbre de la comunidad por preguntarse si acaso Aldo Moreno podría estar vivo, de no ser por el claro vaciamiento de la salud pública provincial.
La esposa y la madre de Moreno han hecho hasta ahora estériles sus esfuerzos por denunciar al médico interviniente en la Fiscalía local. “Les dijeron que no pueden denunciar al médico hasta que no se presenten los resultados de la autopsia en la fiscalía, un trámite que dijo la señora Zigarán (auxiliar del Fiscal Gómez Amado en El Quebrachal, NdR) dura hasta unos 15 días”, explica Raquel.