En una nueva hazaña logística que haría sonrojar a cualquier app de fletes, unos creativos narcotraficantes decidieron disfrazar su emprendimiento ilícito de mudanza sentimental. No faltaba nada: el camión, los muebles viejos, el televisor que no prende, y, como toque final, 10 kilitos de droga prolijamente empacados entre sábanas y libros de autoayuda.
La noticia, que podría ser parte de un sketch de Capusotto, fue registrada por El Nuevo Diario, también conocido como “el diario de juguete”, ese que a veces parece escrito por un grupo de tías chismosas con máquina de escribir. Como siempre, nos regalaron un título de antología: sobrio, directo, y con ese aroma inconfundible a fotocopia húmeda.
Lo cierto es que el operativo fue un éxito, y aunque la mudanza nunca llegó a destino, los agentes sí encontraron lo que buscaban. Los vecinos, por su parte, ya hablan de “la mudanza más viral del barrio”. Y nosotros, claro, ya esperamos el próximo titular del diario más chiquito y entrañable del país.