En la noche pasada se registraron las temperaturas más bajas en lo que va del año, esto hizo que el Operativo Abrigo colapsara. En una ciudad con incontables personas en situación de calle sólo se cuenta con 12 camas para albergar a todos.

Lo que sorprende es que una iniciativa tal como el operativo abrigo, que ya lleva varios años salvándoles las papas a quienes carecen de un techo para refugiarse en las noches frías, no cuente con un mayor auspicio y en total sume la cantidad ridícula de 12 plazas para asistir a quienes no quieren morir congelados en el invierno salteño.

 Anoche se les fue de las manos el asunto a los muchachos de la policía, como quien dice les reventaron el boliche, llegaron 20 personas que intentaban escapar de los grados bajo cero y se dieron con que no había camas para todos. Para subsanar esta situación debieron pedir la colaboración de la parroquia del barrio San José que terminó albergando a quienes no puedieron ser albergados por la policía, que, desde que se inició el Operativo, ya le dio una mano a cerca de 1000 personas.

 Por una vez que los muchachos de la policía parece que se ponen las pilas con los vagabundo, crotos, vagales, indigentes, personas en situación de calle o como usted quiera llamarle, las cosas salen mal. Este tipo de situaciones son inexplicables, o en todo caso explican la situación de una policía que por más que intenta hacer las cosas bien, siempre encuentra algún obstáculo.