La moda del recorte viene castigando a la salud pública salteña desde enero, corporizando una alta subejecución de las partidas previstas en 2023 y a su vez la eliminación de muchos programas y servicios que beneficiaban al personal y a los pacientes.
Francisco Freyre
Mientras que la recaudación fiscal viene en caída libre y los ATN tan beneficiosos en otras épocas ahora escasean, los hospitales salteños están en una larga agonía por la falta de recursos, los pobres salarios y el incremento de los pacientes que dejaron la salud privada por no poder pagarlo.
Hay una disputa entre los hospitales de Salta por quien ha sufrido más los recortes del gobierno nacional y provincial, El Perón de Tartagal, El Castellanos de Güemes, El Materno, El San Bernardo y el Milagro de capital están a la cabeza de los más grandes y castigados.
Síntoma de época
Hay un recorte presupuestario en los hospitales salteños desde que empezó 2024, que se podía y puede evidenciar en muchas prácticas y programas médicos. Como ejemplo están los procedimientos de cesáreas en el Materno, que a partir de enero empezaron a utilizar dos tipos de hilos para coser a las pacientes parturientas. El más caro y de mejor calidad se usa para coser el músculo por dentro mientras que para los tejidos externos, los jefes dispusieron que se hagan costuras con hilos muy similares a las tanzas con las que vamos de pesca.
Ya a comienzos de años, el Dr. Rallé afirmaba que estaban atravesando importantes recortes de recursos a la Provincia, que repercuten directamente en los hospitales. El Ministerio de Salud trasladó esos recortes a las gerencias y que ellos deben acompañar el esfuerzo e intentar sostener la salud, con lo poco que reciben. Afirmando que esa es la forma de colaborar con el gobierno hasta que todo mejore.
El ministro de Salud de Salta a principios de año ya comentaba su preocupación por el creciente número de personas con obra social que recurren a los hospitales públicos para recibir atención médica, lo que representó un aumento del 45% sólo en el primer semestre del año.
Pour la galerie
La medida adoptada por la provincia que empezó a cobrar la atención sanitaria a extranjeros dejó pocos ingresos hasta ahora y como “saldo positivo” una reducción de la atención a personas extranjeras del 90%. Hoy en día tanto en la frontera, como en toda la provincia se atiende a 1 de cada 10 extranjeros que lo necesitan.
Mientras que de todas formas en los hospitales los recortes hacen estragos hacia dentro y hacia fuera de sus muros. Tal es el caso de los Hospitales San Bernardo, Materno y Milagro “viejo”, que se vieron afectados desde enero, ajustando en la comida para el personal.
En los dos primeros mencionados las viandas han bajado de calidad nutricional y de materia prima progresivamente. Por su parte, en el Milagro directamente se eliminó las comidas para todo el personal, representando no solo un ahorro para la gerencia sino un traslado al bolsillo de los trabajadores y trabajadoras.
Hacia el mal llamado interior de la provincia la cosa ya era precaria, por lo que el recorte pasó -y pasa- por recortar en horas extra o directamente horas trabajadas por los profesionales. Quitando de golpe muchos servicios necesarios, y progresivamente reduciendo los servicios elementales, desguazando la salud pública que, para colmo de males es cada vez más requerida.
Entre el aumento de las prepagas y los crecientes despidos que dejan sin obra social a muchos salteños y salteñas, la demanda a la salud pública ha crecido en torno a un 60% en lo que va del al respecto al año pasado, según la gerencia del Materno Infantil de la Ciudad de Salta.
Lo peor está por venir
Personal de planta, becarios y residentes se muestran muy preocupados por el futuro de sus puestos de trabajo. Sólo en lo que va del mandato de Milei ya perdieron alrededor de un 60% de su poder adquisitivo, lo que hizo que algunos tomen otros trabajos en el sector privado o emprendan algún negocio para complementar sus ingresos.
El miedo ante los despidos es latente, entre el pase a disponibilidad, el recorte en horas extra y servicios particulares, el plantel profesional se ha visto diezmado en torno al 30% en solo 9 meses de medición del comportamiento.
En las proyecciones del presupuesto para salud tanto Nacional como Provincial se proyecta otro recorte para 2025, teniendo en cuenta que ya se arrastraba un desfase de 2022, la subejecución de las partidas necesarias para el funcionamiento de toda la salud pública rondará el 30%.
Si a tal recorte se le suma el contexto inflacionario con una proyección de las consultoras privadas en torno al 140-150% para este año y un 70 a 100% para 2025, el ajuste a la Salud estará empujando a más de un profesional a dejar su trabajo, en caso de no ser echado. Lo que un médico generalista cobra en el público hoy en día tiene una brecha del 100 al 200% con el sector privado.
Como no queda mucho para vender en la Argentina, la tendencia será recortar hasta la muerte, sea cual sea el organismo estatal. Intramuros las recomendaciones están entre irse del país o pasarse al sector privado, ya sea como empleados de hospitales o ejerciendo sus profesiones de manera liberal. En todos los casos, se trata de un vaciamiento a la salud que afecta y afectará a todos los que, dentro de las posibilidades, ejercen su derecho.