«Efectivamente el Salón de las Mujeres pasará a llamarse Salón de los Próceres. Valorar a la mujer va más allá del nombre de un salón», señaló Adorni, que, aprovechando que era el 8M, decidió rematar: «Que haya un Salón de las Mujeres tal vez sea hasta discriminador con los hombres».
El Salón de las Mujeres, sin embargo, había sido inaugurado en 2009 por Cristina Fernández de Kirchner y se utilizaba para encabezar actos y reuniones. Durante el gobierno de Mauricio Macri se había convertido en una sala de oficinas, pero Alberto Fernández, poco después de asumir, decidió reinaugurarlo. En el acto por su reinauguración, allá por marzo del 2020, participaron las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, legisladoras y diversas referentas del movimiento feminista y de los movimientos sociales y sindicales.
Las paredes del Salón estaban cubiertas de cuadros de figuras como María Elena Walsh, Mercedes Sosa, Eva Perón, Juana Azurduy y de las Madres de Plaza de Mayo, así como referentes de la diversidad como Carlos Jáuregui, Diana Sacayán y Lohana Berkins. En un primero momento pensaron en bajar los cuadros y trasladarlos al Museo de Casa Rosada, ubicado a unos metros de la Casa de Gobierno. «Esta administración no va a promover desde el Estado militancias que generan discordia y división entre los argentinos», explicó, luego, Karina Milei a través de un video institucional en el que se veía cómo los cuadros de las mujeres eran tapados por cuadros de hombres (todos).