Condenaron a una mujer a 6 meses de prisión por reiteradas agresiones contra su hijo de 4 años. Palos, mangueras y cables eran los instrumentos utilizados por esta madre golpeadora.

Todo comenzó en 2013, cuando la abuela del niño en cuestión realizó la denuncia en la comisaría 11 de Güemes. En aquella ocasión la denunciante comentó a los policías que su hija golpeaba a su nene y no eran un chancletazo correctivo, sino unas sesiones de violencia que dejaron al chico con una “contusión y escoriaciones en la cabeza, en el brazo derecho y en la rodilla”. Esto se pudo corroborar por las declaraciones del menor en Cámara Gesell, ahí contó que su madre lo golpeaba con la mano, cables, palos o mangueras cuando “se portaba mal”.
El juez Marcelo Rubio consideró que este no era un episodio aislado y “tampoco se trató de un caso que podría reputarse razonable ya que difícilmente se pueda justificar la corrección física generalizada a un niño de esa corta edad. En ese contexto, la corrección física resultaba injustificada, irrazonable, innecesaria e inaceptable”.
Resguardaron la identidad de la madre, salvo por las iniciales (C.P.A.) para cuidar la identidad del menor. Al final el juez determinó que se condenara a la mujer a la pena de seis meses de prisión de ejecución condicional por resultar autora penalmente responsable del delito de lesiones leves agravadas por vínculo. Por ello se dispusieron las siguientes condiciones para la condenada: fijar residencia y someterse al patronato de liberados; abstenerse de usar estupefacientes y abusar del consumo de bebidas alcohólicas; someterse a un tratamiento psicológico; abstenerse de ejercer actos de violencia físico o psíquica en perjuicio de la víctima y de los demás miembros de grupo familiar.