Metáforas sexistas: “Mulas y viudas negras”

 

Recientes noticias sobre “viudas negras” asemejadas con mujeres dan cuenta lo que nos falta seguir hablando.

 

Andrea Sztychmasjter

 

Son mujeres que en todo caso han cometido supuestamente un delito que la “justicia” deberá investigar, pero ¿de dónde viene eso de compararlas con viudas negras? ¿por qué los medios siguen reproduciendo un lenguaje sexista presentado como normal? ¿por qué esa recurrencia de asimilar lo femenino con características negativas?

Las metáforas abundan en nuestra vida cotidiana, atraviesan nuestro lenguaje de variadas formas pero también nuestros pensamientos, se configuran así conceptos a través de los cuales relacionamos el mundo exterior con nuestra imaginación. Las metáforas sexistas, esas que sustentan estereotipos del hombre y mujer siguen hoy vigentes en los discursos y los medios poseen el papel importante de optar por seguir o no reproduciéndolas. ¿Pueden optar? ¿Por qué las siguen reproduciendo?

“Las dormidoras” y las “viudas negras”

Recientes publicaciones describen “Una ola de viudas negras que atacan”, a pobres e indefensos hombres.

“Viudas negras” hace alusión a la hembra del arácnido del mismo nombre, que después de copular, mata y engulle al macho. Aunque la explicación científica es más profunda. Reciben el nombre popular de viuda negra debido a que generalmente la hembra se come al macho después del apareamiento. Aunque a veces el macho escapa y logra aparearse de nuevo; pero generalmente se queda en la tela de la hembra para servirle de alimento y asegurar una buena puesta. Debido a que mientras está siendo consumido, sigue el apareamiento, y este logra depositar más esperma dentro de la hembra. Se conoce que esta araña puede almacenar el esperma del macho en 2 órganos. De los cuales puede disponer para fertilizar sus huevos en una próxima puesta. Sin embargo, estas células acumuladas pueden intercambiarse por las de un nuevo pretendiente.

En otro titular un portal informativo presenta: “Tomó una ‘jarra loca’ en una fiesta y murió: sospechan de ‘viudas negras’”. En el cuerpo de la noticia señalan que un hombre murió “después de haber ingerido una ‘jarra loca’ con distintas bebidas alcohólicas en una fiesta con mujeres que huyeron del lugar con objetos robados, informaron hoy fuentes policiales”.

Los primeros tratados de metáfora datan del siglo IV a.c., pero su estudio se ha incrementado en la últimas décadas tanto en filosofía como en diversas disciplinas sociales como la semiótica, el análisis del discurso, la psicología, la antropología, las ciencias políticas, la historia, etc.

No son mulas, son víctimas de trata

Son mujeres que ponen el cuerpo para traficar cocaína como una estrategia de supervivencia. Mientras los hombres siguen manejando el negocio del narcotráfico, son ellas quienes más lo padecen, el eslabón más débil. Ponen en peligro sus vidas al traspasar los límites de la legalidad. Transportan droga a través de capsulas que injieren o se las introducen; también las pegan a sus cuerpos y a su ropa. Las metáforas sexistas y el lenguaje narco las unifica denominándolas “mulas”, “capsuleras”, “valijeras”, pero delante de ellas hay historias inmensas, particulares.

Madres o mujeres con personas a cargo, jefas de familia, en situaciones de pobreza o de extremas necesidades socioeconómicas, que ven en el tráfico la posibilidad de llevar algo de dinero a sus hogares, de subsistir. Como la historia de Claudia, una mujer que cruzó la frontera de Bolivia con cocaína para pagar la quimioterapia de su hijo y terminó presa con una hija de meses.

Deconstruir las ciencias

En las ciencias biológicas y médicas, las metáforas sexistas han tenido acción normalizadora: han contribuido a que se propaguen científica y socialmente significados totalizantes, esencialistas y deterministas sobre el género y el sexo, en donde la mujer aparece como naturalmente subordinada en un mundo pensado y controlado por hombres.

En su trabajo, Deconstruir las ciencias. Un recorrido por algunas metáforas sexistas en la comunicación de las ciencias la Lic. en Comunicación Social Marina Alonso analiza cuatro metáforas que se han constituido como tales en el objeto mismo de la ciencia y que corresponden en su mayoría a las ciencias biológicas y médicas: a grandes rasgos, giran en torno a la reproducción sexual humana, la anatomía femenina y la sexualidad de las mujeres. Además, de otra metáfora sobre la función y constitución de los genes. Estas metáforas han sido identificadas en distintos textos de comunicación o divulgación de la ciencia (artículos digitales y libros) argentinos, de España y de Estados Unidos. Lo que sigue es una enumeración de las mismas:

v Metáforas de la reproducción sexual: el óvulo como la “bella durmiente” y el espermatozoide como “valiente guerrero”, autor Schaten y Schaten y Alberts et al., encontradas en Martin (1991) y en Pérez Sedeño (2011).

v Metáforas de la menstruación como “residuo”, “exceso”, “desperdicio” o “fracaso” de la fecundación, “necrosis” o “muerte” del tejido uterino, autor Guyton, encontradas en Martin (1991).

v Metáforas de la anatomía y de la sexualidad de la mujer: el himen como “barrera protectora”, la primera relación sexual de la mujer como “desfloración”, y la himenorrafia como “hilo de oro” encontradas en Kvitko (2018). Artículo “Desgarro y escotadura congénita del himen. Su valoración médicolegal”.

v Metáfora de los genes como “hombrecitos dentro del hombre”, autor Lacan, encontrada en Fox Keller (2000).