El diputado nacional ayer pedía que se raje gente. De donar su sueldo ni hablar.
Está indignado. Martín Grande está que trina y lo hizo saber en su editorial, que tituló “Ninguna de las nuevas administraciones habló de achicar el gasto”.
Un día antes ya había dicho que había necesidad de dejar afuera a los AP: Grande quiere gente sin trabajo.
Y parece que ayer se la pasó viendo los actos de asunción para saber si alguien anunciaba recortes. Y como eso no pasó, hoy recargó su indignación: “Ni a nivel nacional, provincial ni municipal hicieron referencia a la necesidad de achicar el gasto público”, dijo, apesadumbrado, en su editorial en Fm Profesional.
Esto dijo: “Inicia una nueva etapa política y lamentablemente las palabras ausentes, las grandes ausentes, fueron la austeridad y la disminución del gasto público, teniendo en cuenta las advertencias que se hicieron acerca de los presupuestos y la falta de fondos. Si se habló de readecuación de impuestos, retenciones, entre otras.”
E insistió con lo de echar gente. Casi le imploró a Sáenz que lo haga:”Debe bajar el gasto público, el aparato político que es enorme en todo el país y Salta no es la excepción. La cantidad de personas bajo el concepto de Agrupación Política es insólita, y de mantenerse no hay posibilidad que la riqueza crezca, al contrario, disminuirá”.
Grande, es menester recordarlo, es diputado nacional y desde hace dos años se la pasa calentando una banca (y a veces ni eso) sin que se le conozca proyectos.