La policía permitió que se viole el distanciamiento social. Martín Grande nuevamente se colgó del descontento social.

Con una bandera argentina en una mano, y el barbijo puesto al revés sobre la cara, el diputado nacional del PRO, Martín Grande encabezó la marcha anticuarentena en Salta; en el mismo día que se supo que ya son 500 las personas de esta provincia que fallecen por el virus que, según muchos de los manifestantes, ni siquiera existe.

La protesta se concentró en el Monumento a Güemes. Muchos autos. Muchas consignas y por supuesto show y vedetismo.

Si en Solidaridad, o Castañares se hubieran juntado así más de 100 personas, a la poli no le hubiera temblado el pulso en repartir palos y balas de goma.

Pero cuando protestan los chetos no dicen ni mu, menos si esa manifestación está liderada por Martín Grande y por la diputada nacional Virginia Cornejo.

“Tenemos que decir basta, siete meses que nos tienen encerrados y no sabemos por qué”, dijo la diputada Cornejo. “Queremos generar nuestro trabajo, defender la industria, el turismo, a los comerciantes; todos de pie. Basta del encierro más largo del mundo”, enfatizó Cornejo.

Hubiera sido bueno que defendiera el trabajo durante la gestión de Macri: miles de personas quedaron desempleadas durante esa gestión.

Al parecer no les importa las recomendaciones del COE.