Hace 26 años secuestró, torturó y asesinó a los hermanitos Leguina. El criminal más peligroso de Salta no continuará en el penal de Villa Las Rosas.
El caso de Marcelo Torrico, condenado en diciembre de 1999 por el brutal secuestro, asesinato y violación de Octavio y Melani Leguina, representa uno de los episodios más oscuros y dolorosos en la historia criminal de Salta. La desaparición de los niños el 4 de mayo de 1998 y el hallazgo de sus cuerpos seis días después generó una indignación profunda. Torrico, junto a su cómplice Ariel Esteban Brandán, fue señalado como el principal responsable de un crimen que conmocionó no solo a la provincia, sino también al país.
A 26 años de aquel hecho, la noticia de que Torrico podría quedar en libertad tras cumplir su condena el próximo 28 de octubre ha reavivado el dolor y el rechazo de la sociedad salteña. El contexto de su inminente liberación plantea varios desafíos tanto para la Justicia como para la opinión pública. Aunque legalmente Torrico habrá cumplido la pena que le impuso la Justicia, la memoria del crimen y el impacto que dejó en la sociedad siguen presentes.