El problema de tratar ciertos temas con levedad y sin crítica.

Irantzu Varela, autora de Lo que quede (Contenta me tienes, 2024) y creadora del monólogo Manólogo, asegura que “se puede hacer una comedia convencional sin que sea un panfleto, pero no se puede hacer un panfleto de lo contrario”. La periodista considera un error hablar de temas tan relevantes y vitales de una manera entrañable, restándoles gravedad. “La comedia puede servir para hablar de temas aparentemente intocables, pero tiene que hacer que lo problemático salga mal parado. Un buen ejemplo era el personaje de Mauricio Colmenero en Aída, pero Machos Alfa aborda temas ciertamente tremendos sin hacerlo de forma crítica. En la comedia se puede hablar de todo siempre y cuando las opresiones y las violencias salgan mal paradas”, continúa.

 

 

“Si la comedia es superficial, no pasa nada, pero si tratas temas serios, ¿entonces ha de haber un final moralizante? Eso es inaceptable. No estamos en el Hollywood de la censura ni en la España franquista. No puede haber una militancia política ni una censura en lo que haces, aunque sea comedia. El hecho de hacer comedia no debe obligarte a hacer unos finales concretos o a dar a los personajes su merecido. Lo que estamos haciendo es un retrato del momento social en el que estamos. Me parece inaceptable que te digan qué lecciones has de dar del contenido que haces”, dice Alberto Caballero.

La quinta edición del Informe ODA, realizado por el Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales, destaca el auge de tramas que tienen la masculinidad hegemónica como elemento cómico en las series españolas y aplaude especialmente el papel de Machos Alfa a la hora de abordar estos argumentos. “Describir el mundo desde la mirada masculina y canónica, aunque se aborden cuestiones que no suelen estar en la agenda por salirse de lo mainstream, no es hacer algo progresista. La serie ofrece una mirada misógina y es un panfleto machirulo”, dice al respecto Varela. Por su parte, Paula Serna, directora de investigación de ODA, aclara a S Moda que no cree que la serie sea un buen ejemplo de diversidad. “Por un lado, plantea el clásico “¿Cómo sería esto si lo hiciera una mujer?” al hablar de temas como el acoso laboral, tocar el culo de un desconocido en una discoteca, etc, obviando por completo las estructuras sociales que rodean el machismo. Por otro lado, es interesante hablar de que las masculinidades no hegemónicas también pasan por no tener comportamientos capacitistas, lo cual ocurre en la serie. Hay una trama sobre cómo uno de los personajes tiene una cita con una mujer en silla de ruedas y la deja plantada por esa razón. No te ríes de lo capacitista que es él, sino de que decida huir de la situación”, dice.