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Los Teros: Cantan en Grand Bourg y ponen huevos en Lesser

El romerismo ocupa importantes lugares en el poder provincial. Pese a los premios cobrados en el gobierno por el apoyo en la campaña electoral de 2019, continua dirigiendo operaciones para socavar a la gestión provincial. El matrimonio mal avenido con el saencismo, cada vez queda mas expuesto. Por Melo K Galido

El romerismo se compone de un personal político con distintos matices y perfiles. Los hay prudentes y componedores como Sergio Camacho; otros transversales en el poder político y económico como Julio San Millán y Manuel Brizuela; otros colaboran en el ámbito mediático como Sergio y Marcelo Romero; otros son inteligentes como Angel Mariano Torres; otros ultraoperativos como Gilberto Oviedo y Aníbal Caro; otros menos sutiles como el delfín Juan Esteban, que sin empachos califica de corruptos a todos los que no integran su séquito, y otros simplemente chapucean en la arena política haciendo de mandaderos del patrón que siempre será Juan Carlos Romero.

Angel Torres

Tras demasiados años sin saborear el poder real (el cual exige dinero) alcanzaron la Intendencia Capitalina en una negociación con Sáenz. A pesar de haber triunfado arrastrados por la imagen carismática del gobernador prefieren sostener que Bettina ganó con 140.000 votos propios. Sin embargo, desde las huestes saencistas, consideran que lejos estuvieron del agradecimiento. Para peor, Bettina es demasiado complicada en el trato, y tampoco sabe disimular la animadversión que le genera el Gobernador.

No son pocos los que ventilan que la alcaldesa se excede en los ámbitos íntimos criticándolo, y solo es amordazada por el padre y funcionarios provinciales que consideran que hay que ser mesurados pues recién han comenzado a ordeñar el presupuesto.

Para ellos el divorcio puede esperar, aunque, de vez en cuando se tienten con limar la imagen del primer mandatario.

Otros más fanáticos quieren aprovechar el estado de debilidad del Gobernador y operan para devaluar su figura con vistas a un 2023 en el que sueñan con regresar al Grand Bourg. Son los ultraromeristas que desprecian a todos los funcionarios saencistas y quieren ir por todo.

La plata que financiará el plan político

Aunque despotrican contra la gestión anterior, el movimiento del tesoro municipal no es muy prolijo, y la autoridad moral para hablar de corrupción se les ha escurrido de las manos. Los negocios multimillonarios de la basura y la reposición de luminarias del alumbrado público se encuentran en las penumbras y llenas de sospechas. Como todos, esperan- con una gorra en la mano- las colaboraciones de trastienda de Agrotécnica Fueguina y Lusal.

Pero no queda todo ahí. Todas las obras que quiere realizar la provincia pasan ahora por el cedazo de Sergio Camacho. Ampliación de infraestructura vial, viviendas, gasoductos, líneas energéticas y plantas depuradoras, entre otras, no pueden avanzar sin el aval del ingeniero que es, quizás, el único ministro que sabe de qué se trata su cargo. Todas las licitaciones nuevas y las redeterminaciones de precios de las obras sospechadas del urtubeycismo han quedado en sus manos y Sáenz todavía confía más en él, que en los propios.

El desembarco en la Provincia

El romerismo se ha llevado no solamente la intendencia más importante y sus negocios, sino que ha logrado preservar a Gustavo Ferraris en la Auditoría General que controla –o no- a la administración provincial y a los municipios; el Ministerio de Infraestructura y la obra pública con Camacho; el Ente Regulador de Juegos de Azar con Aníbal Caro y un juicio de 5.000 millones de Enjasa; Julio San Millán en la Coordinación de Relaciones Internacionales; la Secretaría de Minería y Energía con Ricardo Alonso; la continuidad de Marcelo Ferraris como presidente de la AMT; la estratégica COPAUPS para gravitar en el desarrollo urbanístico con la arquitecta María Laura Saha de Romero; la Secretaría de Cultura con Sabrina Sansone y la Secretaría de Deportes con Marcelo Cordova, socio de estudio de Alberto Raymundo Sosa. Esta semana avanzaron con un alfil en la Secretaría de Salud Pública y coronaron al Dr. Sergio Humacata como operador territorial.

Algunos consideran que hay que incluir en la lista a Luis García Salado que ingresó a manejar la caja de Aguas del Norte S.A., que responde a Ricardo Gómez Diez, quien siempre fue un operador romerista. Por algo esta empresa que factura más de 3500 millones al año está dentro de la órbita en la que manda Sergio Camacho.

Camacho, el hacho

Maniobras desestabilizantes

Lo preocupante para el saencismo de tener como socio al romerismo es la toma de conciencia de operaciones de superficie y clandestinas que ya no pueden explicar Juan Carlos Romero y su segunda línea.

La intendenta inauguró las desavenencias en diciembre en el Foro de Intendentes, en donde buscó comandar las posiciones con apoyo de líderes municipales que habían trabajado electoralmente en el Frente de Todos y hasta quiso colocar al presidente.

Se mostró en público con Sergio Napoleón Leavy, para mostrar independencia del gobierno provincial, y no redujo sus críticas al inaugurar su mandato despreciando a la mayoría saencista en el Concejo Deliberante. La pandemia la encontró siempre del lado crítico y poco colaborativa con las medidas sanitarias provinciales y fue la primera en contradecir los datos estadísticos de la pandemia.

La sangría se ha detenido tras la designación de Fernando Palópoli como interlocutor entre el gobernador y la intendenta, aunque muchos esperan que siga la suerte de Cesar Álvarez, su antecesor, que fue desairado en su misión de componedor.

Las huestes de Bettina confrontan a diario con los funcionarios saencistas de la mano del diario familiar. Tienen agenda abierta para las críticas vinculadas con la gestión de su otrora socio. En estos días anunciaron la incursión del municipio capitalino en políticas mineras, y también se introdujeron en temáticas como las cloacas y el agua. Durante la pandemia dura -de finales de marzo y abril- cuestionaron la facturación de la luz y abogados de su sector judicializaron las quejas.

Hace meses las hostilidades se mudaron a la legislatura con el diputado Daniel Sansone, quien es socio económico y político de Julio Argentino San Millán. Tras frustrarse su deseo de presidir la Comisión de Minería en Diputados, ha divulgado acusaciones contra todo el espinel saencista, especialmente contra el macrista y presidente de REMSA Alberto Castillo a quienes fustiga desde su diario digital Opinorte. Las internas por los millones que puede producir la minería tienen actores principales y de reparto pero siempre hay un romerista en el escenario.

En el senado, quien pega cuando quiere es Guillermo Durand Cornejo, quien sostiene que le debe la banca a Juan Carlos y a Bettina y no a Gustavo Sáenz.

En estos días circularon versiones sobre un intento de autoacuartelamiento policial en Orán que estaría propulsado por algunos referentes romeristas de la fuerza de seguridad como Ricardo Abel Marín Corbalán y José Ormachea que coparon el Círculo de Oficiales de la Provincia de Salta y buscan predominar en el Centro Policial Sargento Suárez.

Cada movimiento no es ingenuo sino que responde a un único comando que como el tero, canta cerca de Grand Bourg pero pone los huevos en la mansión de Lesser. Advierte en la falencia del gobierno una oportunidad para adelantar sus planes.

El divorcio inminente

La gota que colmó el vaso fue la operación mediática que le imputan al romerismo con Rolando Graña y que buscó intencionadamente el descrédito del gobierno en materia sanitaria. En la explosiva nota, que abarcó casi todo un programa porteño el domingo pasado, apareció fogoneando el periodista Abel Díaz, que a instancias de Bettina Romero sostiene una disputa con los saencistas. Este periodista tiene un programa que todos los días de la semana se difunde por la romerista AM 840 y, según algunas versiones, financia su actividad con medio de millón de pesos de la publicidad oficial municipal.

Abel Díaz, alias el acosador callejero

Los que leen bajo el agua dirigen sus comentarios hacia otro de los políticos afines al romerismo como Alfredo Olmedo. Compartió fórmula gubernativa con Juan Carlos Romero en 2015 y tiene una estrecha relación con el periodista Rolando Graña de América 24. Su legislador más cercano, Carlos Zapata, es uno de los opositores más ácidos al gobierno local.

Graña

Al margen de la desastrosa gestión de Josefina Medrano, claramente se trabajó políticamente para detonar su salida y encontrar los reemplazos en los romeristas que el gobernador siempre encuentra. Ellos saben guiar la “casualidad” hasta convertirla en “causalidad”.

El caso explícito se refiere a Sergio Humacata, designado en la Superintendencia de Servicios de Salud durante la gestión de Mauricio Macri por pedido de Juan Carlos Romero. Hoy conducirá gran parte del aparato sanitario como segundo de Juan José Esteban, y esto habla de que contará con poder concreto para seguir expandiendo territorialmente un romerismo que hasta el año pasado era de cabotaje capitalino.

En otro episodio que en solitario parece insignificante pero engrosa una cadena de desencuentros, Juan Carlos Romero contradijo ayer la postura de Sáenz en apoyo al recorte impuesto a Rodríguez Larreta y sostuvo que la merma presupuestaria de la Capital Federal para favorecer a la Provincia de Buenos Aires no era una expresión de federalismo sino de venganza. Indudablemente el romerismo ya le ha perdido el respeto al gobernador que ayudó a elegir.

El panorama para el 2021

El romerismo ve el panorama perfecto para las próximas elecciones legislativas. Pide a gritos que se desdoblen porque no quieren ponerse en evidencia en un armado que ya tiene la lupa puesta por un saencismo que apoyará a nivel nacional al albertismo.

Tanto Bettina como su padre Juan Carlos sostienen el proyecto de Mauricio Macri en Salta, que les otorgaría un 25% de los votos de capital de manera espontánea. Para eso necesitan que el espectro de centro derecha los acompañe y ya tejen sociedades con la UCR a través de Miguel Nanni, y el Partido Renovador de Salta o PARES con Cristina Fiore. Estas dos fuerzas están expuestas a la infiltración saencista y por eso sus autoridades ven con buenos ojos la defensa que puede brindarles el romerismo. El PRO es otra cosa, y en la pelea entre Alberto Castillo y Pichona Moisés ellos eligen a la abogada metanense que es crítica al saencismo. La otra pata capitalina es el olmedismo, que ya se sabe cómo juega y que ha puesto distancia importante con el gobernador.

El problema aquí es que el saencismo se ha concentrado demasiado en el PJ y algunos socios con partidos chicos, que se caracterizan por su trabajo solamente en capital, comienzan a mirar al romerismo como una oportunidad, antes que ser relegados. Frente Salteño de Javier David; Primero Salta de Ricardo Villada, Fe de José Ibarra; Partido Conservador Popular de Guillermo Durand Cornejo; Salta Independiente de Bernardo Biella; Partido Autonomista que preside Manuela Arancibia, son solo algunas de las expresiones políticas que podrían comulgar con el romerismo en caso de que no alcance el agua bendita de Grand Bourg.

Así las cosas, los contendientes todavía tienen esperanzas de que el 2021 los encuentre juntos, aunque con prevenciones y miradas de desconfianza.

Los más optimistas de cada bando quieren que sus líderes repitan lo que tienen en el 2023 y que la reyerta se dé en 2027. El problema es que Bettina y su hermano Juan Esteban quieren todo el poder mañana mismo…y ellos no saben hacerle caso a papá.