Aunque un estudio de la fundación Save The Children ubica a la Argentina como el segundo mejor país de América latina para ser madre, las tasas de mortalidad materna se triplican en provincias del norte.

 En el ranking el país quedó en el puesto 36 sobre un total de 176, a sólo 6 puestos de Estados Unidos, en un ránking dominado por Europa.

Sin embargo, hay un gran abismo de lo que sucede en Buenos Aires, de lo que sucede en Salta y otras provincias del NOA.

 Mientras Capital tiene un índice de muerte materna de 0,9% y Santa Fe de 3,1%, Salta llega al 5,8%, muy por encima de la media nacional: 4,4%, media que en realidad se dispara por Formosa, que llega al 16,2%. Además de Formosa, las únicas provincias que superan a Salta en los índices son: Chaco, Misiones y Corrientes.

 “El Norte Grande (NEA-NOA) está en clara desventaja. Algunos datos: las madres porteñas tienen prácticamente un hijo menos que las que viven en el noreste argentino (NEA); las madres de la región noroeste (NOA) triplican las posibilidades de ser madres solteras respecto de las que habitan la Ciudad; una de cada dos madres del Gran Buenos Aires (GBA) no logra completar sus estudios secundarios, mientras que una de cada dos del NEA ni siquiera logra finalizar los primarios; una de cada dos madres del NEA está excluida del mercado laboral”, dice un informe de Región Norte Grande. El informe también señala que los promedios, que terminaron posicionando bien a Argentina, esconden las diferencias. “En 2011, según el Ministerio de Salud, en el NEA morían 12,3 madres cada 100 mil nacidos vivos, contra un 1,3 en la Ciudad. Esto significa que una mujer que se embaraza en Formosa tiene 9 a 10 veces más probabilidad de morir por complicaciones en el embarazo, parto o puerperio que su par porteña. Estas expresiones de inequidad se evidencian también en otros indicadores como la proporción de madres adolescentes –y en particular menores de 15 años– donde Chaco y Misiones duplican y Formosa hasta triplica la media nacional y es 10 veces superior al área metropolitana”, observa Ariel Karolinski, consultor de la Organización Mundial de la Salud y coordinador del Centro de Investigación en Salud Poblacional del hospital Durand.

 “El norte argentino tiene la mayor cantidad de muertes maternas, mayor pobreza y peor educación. Ser madre hoy tiene un riesgo desproporcionado en el interior. El desafío político es mejorar la atención de la salud sexual y reproductiva, y achicar la desigualdad educativa y socioeconómica”, apunta Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM).