Los especialistas en criminalidad económica sostienen que los documentos difundidos por el Gobierno no alcanzan para demostrar que no hay irregularidades de Macri por las offshore reveladas.

Mauricio Macri está flojo de papeles. La declaración jurada de su padre ante la AFIP, hasta ahora la única documentación que el Gobierno presentó como supuesta prueba de su inocencia en el escándalo de los Panamá papers, no alcanza para determinar si fue o no accionista de Fleg Trading, la empresa fantasma en la que el Presidente figura como director. Los documentos, en los que figura el monto que Franco Macri tributa en el exterior, tampoco son evidencia suficiente para demostrar que la empresa no haya tenido movimientos ni actividades ilícitas, algo que ahora deberá determinarse a partir de la investigación judicial que quedó en manos del juez Sebastián Casanello, y ni siquiera que haya sido declarada. A pesar de los esfuerzos de la diputada Elisa Carrió y la titular de la OA, Laura Alonso, para aplacar el escándalo, los documentos no sustentan por sí solos el discurso oficial de que Macri no está involucrado en irregularidades.

Con la declaración jurada de Franco Macri ante la AFIP y una planilla de Excel en el que figuran 1950 dólares como capital de la empresa, Carrió salió a demostrar la supuesta inocencia del Presidente en el caso. “Esta cuenta está en la declaración jurada de Franco. Su dueño la declaró ante la AFIP y no tiene movimiento”, dijo la diputada oficialista ante las cámaras de televisión, adelantando el argumento que luego esgrimirían el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Justicia, Germán Garavano, entre el coro de funcionarios que buscaron a desligar al Presidente del escándalo internacional.

“Los papeles presentados hasta ahora no prueban nada”, refutó, en diálogo con Página/12, la especialista en corrupción y criminalidad económica Natalia Volosin, para quien la postura oficial es “apresurada”. “Es simplemente la declaración jurada general de los montos de operaciones en el exterior de Franco Macri, lo cual, en principio, sólo lo exime a él y no a Mauricio Macri”, explicó Volosin. “Lo único que aparece en esa declaración es un monto global, y una planilla Excel particular del contador del Grupo Macri, que no parece que formara parte de la declaración”, añadió.

“Hasta ahora, la versión oficial presupone que el dueño de la empresa fantasma es Franco Macri, algo que sostiene el Presidente pero que no está demostrado. Y presupone que no tiene movimientos, algo que tampoco puede saberse con la documentación que hicieron pública”, aseguró la especialista.

Lo que resta determinar, además, es qué tipo de actividad tuvo la empresa en los últimos diez años. “Si la empresa fue creada para realizar una actividad legal, el Gobierno debería mostrar qué actividad legal efectivamente hizo”, describió Volosin. Esa información tampoco fue confirmada oficialmente. Era una de las preguntas que ayer podría haber tenido que responder el Presidente en la conferencia de prensa que no fue. El eje de la acusación que pesa sobre el Presidente sigue siendo si era efectivamente accionista de la empresa o no, más allá de que por ahora quedó imputado por “omisión maliciosa”. El diputado del FpV Darío Martínez lo denunció ante la Justicia por presunto lavado de dinero y evasión fiscal, ilícitos típicos detrás de la creación de empresas offshore. Delitos difíciles de comprobar ante los tribunales. “Va a ser casi imposible determinar si Macri era accionista o no, porque las acciones fueron emitidas al portador, es decir son en blanco. ¿Qué se suele hacer con esos papelitos? Se guardan en una caja fuerte y nunca se completan. La única forma de determinar quiénes eran los accionistas es mostrar esos mismos papeles, y ellos podrían traerlos con el nombre que les pusieron anteayer”, describió un allegado a la causa.

Si la investigación avanza, eventualmente el presidente Macri podría presentar como accionista principal de la empresa a Franco Macri, lo cual podría rebatirse con una pericia caligráfica para determinar cuándo fue completado. “Tranquilamente se puede hacer” la falsificación, aseguraron quienes están cerca de la causa. “Así es la misma naturaleza del negocio, si no ¿para qué se conforma una sociedad offshore?”, completaron.

Por ahora, según pudo saber este diario, la fiscalía requirió distintas medidas de prueba tanto a la AFIP como a la Oficina Anticorrupción. De ninguna manera bastan los papeles presentados por el Presidente hasta ahora.

Fuente: Página 12