#LaSalaViolín

Luego de exculpar a los sacerdotes salteños acusados de abusos sexuales, los jueces jubilados de la Sala IV del Tribunal de Impugnación Antonio Omar Silisque y Adolfo Figueroa, mostraron incoherencia con una sentencia en un caso de abuso y señalaron que “no es no”, aunque en los casos de curas abusadores no piensen lo mismo.

A través de un parte de prensa de la Justicia de Salta titulado “Aunque no se diga expresamente, ‘no es no’ ”, informan que los jueces jubilados Antonio Omar Silisque y Adolfo Figueroa, de la Sala IV del Tribunal de Impugnación, a la que se la denominó “La Sala violín”- decidieron hacer lugar parcialmente a un recurso de casación y revocar una sentencia absolutoria dictada por el Tribunal de Juicio.

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Específicamente lo que hicieron los jueces que aparecieron en medios de todo el país al exculpar a sacerdotes salteños acusados de abusos recurrentes, es dejar sin efecto la sentencia dictada por la Sala VII del Tribunal de Juicio, y condenaron a Julio César Olivares por ser autor del delito de abuso sexual simple. En la instancia anterior, había sido absuelto por el beneficio de la duda. La causa será remitida nuevamente al Tribunal de Juicio, donde se determinará la pena que corresponde cumplir al imputado.

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Según sostuvieron en la información oficial “Los jueces tuvieron en cuenta que, si bien es cierto que la crónica de los hechos que proporcionó la víctima en tres oportunidades resultó diferente y presentó ciertas imprecisiones, surge de esos relatos que efectivamente sufrió acciones sexuales que no fueron consentidas, y que el autor de ese hecho fue Olivares.
Resaltaron que en cuestión de consentir las relaciones sexuales, si bien es cierto que el ‘no es no’, no se requiere que la expresión sea con esas exactas palabras, sino que el mismo comportamiento de la mujer, sus gestos y señales corporales demuestran si está de acuerdo o no con el acto, siendo que ni siquiera el silencio puede tomarse como consentimiento tácito”.

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Además mencionan que “Destacaron que si bien no se logró probar en el caso el acceso carnal, sí se comprobó que el avance sexual y el tocamiento impúdico llevado a cabo por el acusado, para el que no contaba con el consentimiento de la víctima, por lo que decidieron dictar la sentencia referida.”

La semana pasada  desde la Asociación de DDHH «Coca Gallardo”, se solidarizan con las víctimas de abuso eclesiástico, y exigieron a la justicia condenas reales y efectivas, luego que uno de los jueces revocara elevar a juicio la causa contra el sacerdote Rosa Torino.

A través de un comunicado repudiaron la decisión del juez salteño Adolfo Figueroa de revocar la elevación a juicio oral de la causa contra el cura Agustín Rosa Torino.

“No es la primera vez que este magistrado beneficia a sacerdotes implicados en casos de abuso sexual”, mencionaron desde la Asociación de Derechos Humanos.