Sin Miguel Isa como candidato a intendente, Guillermo Durand Cornejo y Pablo López tienen la mayor intención de votos por estos días. Gustavo Sáenz y Javier David mantienen las esperanzas mientras los otros anotados como Wayar, Sylvester o Posadas sólo podrían acceder a una candidatura testimonial. (R.M.)

El presidente de CODELCO es el que más mide por estos días. Encuestadores entrevistados por Cuarto Poder que prefirieron guardar el anonimato aseguran que Guillermo Durand Cornejo cuenta con una intención de votos del 20%, aunque un 30% de los encuestados declara que podría llegar a votarlo. Los mismos encuestadores ubican al dirigente trotskista Pablo López en segundo lugar con un 16% de intención de votos, mientras un 21% que afirma que eventualmente lo votaría.

Además de concitar la preferencia de los salteños capitalinos, estos dirigentes  comparten otras características aun cuando provengan de tradiciones políticas y concepciones ideológicas opuestas. Dicen no pertenecer al establishment político tradicional a pesar de que llevan años en la escena diciendo más o menos lo mismo: ser parte de la nueva política y que deben luchar contra la vieja política a la que endilgan los males que padece la sociedad.

A ese bloque discursivo se ha sumado ahora otro de los que miden relativamente bien en las encuestas. Se trata del ex senador Gustavo Sáenz, que en los últimos meses ha declarado sin complejos que las personas ya no votan partidos y que, por lo tanto, apuesta a su propia persona sin que le importe demasiado a qué candidato a gobernador apoyar. Aunque muy por debajo de Durand Cornejo y Pablo López, los encuestadores lo tienen en la capital provincial en una situación expectante: 8% de intención de voto y casi un 18% de encuestados que declaran que estarían dispuesto a votarlo.

Los tres candidatos también comparten otros rasgos: declararse antikirchneristas furiosos. Si esa característica es más visible en Durand Cornejo y Pablo López, ello obedece a que los dos primeros ocupan una banca en la cámara de diputados de la nación. Escenario en el que, con argumentos distintos, coincidieron a la hora de votar en contra de los proyectos de ley que acapararon la atención de gran parte de los argentinos: la denominada ley antibuitres que se aprobó a fines de agosto; la llamada Ley de Abastecimiento cuyo nombre formal era Ley Nacional de Defensa del Consumidor aprobada durante la madrugada del jueves 18 de septiembre; y el recientemente aprobado proyecto que convirtió en ley la reforma y unificación del nuevo Código Civil y Comercial.

El candidato que saliéndose del molde “antipolitica” podría tener chances de disputar la intendencia es Javier David. Su suerte dependerá de la participación o no en la disputa electoral de Durand Cornejo, aunque David mantiene un voto fiel del 10% de intención de votos que fue el porcentaje que recaudó en noviembre del 2013 cuando sumó 27.000 sufragios.

No tienen chance

El resto de los auto proclamados candidatos a intendentes, sólo pueden aspirar a una candidatura testimonial. El actual Ministro de Gobierno de Urtubey, Eduardo Sylsvester, ni siquiera está medido por los encuestadores.

Lo mismo puede decirse de Walter Wayar, aunque se puede analizar sus chances retomando su última performance electoral. Ocurrió en el año 2011 cuando en la categoría gobernador cosechó 46.451 votos que significaron un 8,51% de los sufragios provinciales. En la capital provincial la cosecha fue un poco mejor, pero los 26.191 votos de aquella vez lo dejaban con un 10% en capital a la que difícilmente pueda superar luego de años en el Congreso nacional sin protagonismo alguno.

Matías Posadas, otro de los que declara querer pelear la intendencia capitalina, tampoco cuenta con chances reales. Sin partido fuerte que lo respalde, ese vacío se profundiza por los pésimos resultados en las últimas elecciones legislativas. En noviembre del año pasado llegó al 4,60% de los votos en la categoría senador nacional. Ese porcentaje supuso 12.000 votos, tres menos de los que en la categoría concejal había conseguido el profesor de historia de la UCR, Rubén Correa, que no contaba con aparato electoral alguno.

Del resto de los contendientes, no hay medición alguna.