Armaron un sistema de protección con plástico para aislar las cabinas. El miedo no es sonso.
Los choferes de Saeta van a estar altamente expuestos al virus, pues trasladan a personal de salud.
Por eso Saeta buscó una forma de proteger a los choferes: además de la compra de alcohol en gel y de la confección de barbijos, compraron plástico cristal con el que ya se inició el sellado del área de conducción creándose una cabina aislada para el chofer de cada unidad.
Antes ya se había reforzado el trabajo de desinfección de las unidades.