Durante 2016 fueron 32 los oficiales separados por no cumplir debidamente con sus deberes como policías. A eso hay que sumarle otros 37 pedidos de baja que están siendo examinados, aseguró el ministro de Seguridad.
Durante el discurso que Carlos Oliver realizó en el acto de asunción de los nuevos directores generales de la policía salteña, el ministro trató de minimizar la cantidad de casos en los que miembros de la fuerza azul fueron separados de sus puestos por no demostrar la conducta que se espera de un oficial. En definitiva, los rajaron por mandarse una cagada.
32 policías en lo que va de este año, y otros 37 que están bajo la lupa porque ya fueron denunciados también por distintos motivos, pero a pesar de ello, el funcionario se refirió a la fuerza destacando “la responsabilidad social y moral que implica formar parte de la institución más grande de la provincia”, dice la noticia publicada en un portal oficialista que más parece un parte de prensa enviado por la propia institución.
“La fuerza salteña tiene más de 11 mil servidores públicos, que trabajan con honor, a ellos mi respaldo, acompañamiento y absoluta gratitud”, dijo.