Mar Grandal representa a un conjunto de católicas que cree en la capacidad de las mujeres de decidir y discernir por sí mismas si quieren continuar con el embarazo o tomar «la difícil opción de abortar».
Son un grupo creyente pero progresista, a favor del matrimonio homosexual y del uso de anticonceptivos, muy alejado de las ideologías del Vaticano y de las altas esferas conservadoras de la Iglesia.
Como señala Grandal, «te quieren proteger cuando eres un feto, pero cuando tienes derechos legítimos ya no tienen interés».
Son fervientes seguidoras de Jesucristo, quién para la presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir «fue un fracasado, pero las mujeres nunca le abandonaron». Y dice estar convencida que «son ateos» aquellos creyentes que están en contra del derecho a decidir.
¿Cómo se puede ser católica y pro abortista?
Creemos en la autonomía de la mujer, en su capacidad para decidir y discernir. Nuestro argumento está dentro de la tradición católica, no nos hemos inventado nada. Bebemos de la tradición: San Agustín y Santo Tomás hablaban de la hominización tardía, que se produce en el cuarto mes de embarazo. San Agustín decía que no había alma dentro de un cuerpo que no estuviera formado: el varón se producía a los 40 días…y el de la mujer en los 80 días. Ya apuntaban maneras. Y ya pasamos a 1869, con Pio IX, quién habla de la hominización inmediata. Por otro lado, en el siglo XVII, está la doctrina del probabilismo, producida con la reforma luterana, que dice que donde ‘hay duda, hay libertad’. Ante ese mal menor, esa duda, tú decides lo que tienes que hacer.
Si tu conciencia te dice que tienes que hacer eso, debes de obedecerla. Y para nosotros los católicos, la conciencia es donde está Dios. Y si en esa conciencia donde está Dios contigo, tú decides que tienes que abortar, abortas. Porque Dios está decidiendo contigo.
¿Cómo sería la mejor ley del aborto?
Una ley de salud sexual reproductiva que garantice los derechos sexuales y reproductivos, esto es, poder decidir libremente cómo, cuándo y con quién tener un hijo. Por ejemplo, no pueden las mujeres lesbianas, solteras o parejas que quieren tener un hijo por reproducción asistida. O las parejas de hombres, que además la Iglesia impide. Que también están en contra del matrimonio homosexual. ¿Qué problema tienen con el amor? ¿Qué problema tienen con quererse?
¿Qué opina de los católicos que están en contra del aborto?
Estoy convencida de que son unos ateos. Mientras que ellos rezan por nosotras, yo rezo por ellos. Porque la mirada de Dios es una mirada de misericordia, de compasión, de gracia y de amor en abundancia. No es de castigo. Jesús no vino para eso, vino para traer un mundo de justicia. Hay que ponerse en la piel de la otra persona. Pero aquellos que están en contra se creen que tienen la verdad, que tienen la razón. Mientras que nosotros somos comprensión, ellos son intransigencia.
Les llaman ‘anti-vida’…
Los ‘pro vida’ son antielección o anti derechos. Nosotras sí somos provida. Nosotras las feministas somos personas en contra del sistema capitalista y neoliberales, que desvastan el planeta y la vida. Defendemos el comercio justo, la sostenibilidad del planeta. Es que la vida va más allá. No es la vida de los que hablan los antielección: ésta es una vida de cuidado, del bien común, de convivencia, de interralación, de corresponsabilidad.
¿Por qué las altas esferas de la Iglesia continúan con un mensaje tan conservador?
Está clarísimo. Por no desistalarse del poder. Y vuelvo a Jesús. Él vino a desinstalar el poder. No impuso normas, es más, las incumplía. Por eso se lo cargaron. La jerarquía eclesiástiva tiene todos los pecados capitales: la avaricia, la lujuria, la gula.. Lo tienen todo(ríe).
¿Han querido apartarlas de la Iglesia?
Al principio te ignoran. Lo que no mencionas, no existe. Esa es su táctica. Y te desprestigian. Nos llamaron ‘falsas católicas’, pero mira, a Jesús también le dijeron que era un falso rey.
Son un grupo a favor del matrimonio homosexual o del uso de anticonceptivos. ¿Cómo encajan dentro de la actual cristianismo católico?
¿Cómo no estar a favor de los nuevos modelos de familia cuando son una realidad? Hay que adaptarse al signo de los tiempos. No se puede vivir a día de hoy con los valores que aparecen en el Antiguo Testamento. Sería antinatural.
¿Por qué dice que Jesús fue un fracasado?
A Jesucristo lo asesinaron. A Jesús las instituciones le trataron como un criminal. Seguir a Jesús es seguir a alguien que no va a tener una corona de oro, sino de espinas.
Fue un rebelde y un radical, y desde ahí entiendo el cristianismo. Desde un mensaje de radicalidad, con un mensaje de opción preferencial por los pobres. Y ahora mismo, los más pobres son las mujeres.
¿Qué opina del papa Francisco?
Están habiendo cambios, pero no tan significativos. Tiene que pasar de la teoría a la praxis. Que salga a la calle y que se ponga las sandalias de Jesús.
Me gustaría que el papa dejara el Vaticano allá donde esté y que bajara a la arena donde la gente está sufriendo. Y que se diera cuenta de lo que les pasa a las niñas en África; y que bajara a la situación de mujeres violadas con 10, 11 años en Latinoamérica, en Argentina por ejemplo. Que se deje de estar en la estratosfera.