Turismo Municipal se hace eco del marketing promocional provincial. ¿Cual es el mensaje que emite el estado cuando solamente utiliza mujeres para sus acciones de promoción turística? (Matías Hessling)

Noviembre, con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, forma parte del calendario de promoción de derechos de las mujeres, y al igual que en Marzo (con el día internacional de la mujer) y Junio, con la manifestación #niunamenos; se llena de actividades impulsadas por el estado, ya sea municipal, provincial o nacional, que abordan la problemática de la violencia de género intentando sensibilizar a los destinatarios de las mismas para un cambio de paradigmas que hoy hacen de nuestra provincia una de las jurisdicciones con más índices de femicidios, y situaciones de violencia para con niñas y mujeres.

Entre los avances institucionales que realiza el Estado para erradicar esta situación, queda escondida una pregunta paradigmática, que si le diésemos un poquito de visibilidad, dejaría al descubierto que cualquier avance institucional en la lucha contra la violencia hacia las mujeres, no tendría el impacto adecuado sin el necesario y consciente cambio de pautas culturales, promovidas por ese mismo Estado, y sus administradores actuales: los gobiernos provincial y municipal.

¿Cual es el mensaje que emite el Estado cuando solamente utiliza mujeres para sus acciones de promoción turística? El pasado 6 de octubre, en la Casa de Moldes, Sede del Secretaria de Turismo y Cultura de la Municipalidad de Salta, se realizó el lanzamiento de la Ferias de las Naciones, y en la conferencia de prensa, además de lanzar dicho evento, se presentó a las primeras “gauchitas” municipales.

“Las gauchitas” son desde hace un par de años las promotoras mujeres que el Ministerio de Turismo y Cultura de la Provincia ubica en los diferentes eventos promocionales turísticos, valga la redundancia, organizados por nuestra provincia  o en los que participa como estrategia de posicionamiento para el crecimiento de la principal industria local.

En el marco de las recientes manifestaciones #niunamenos, cada vez más convocantes, la fuerte presencia del tema en medios de comunicación y redes sociales, el desarrollo de instituciones, programas, y otras iniciativas gubernamentales entra claramente en contradicción política e ideológica este uso de cuerpos femeninos como “cartel publicitario”.

¿Por qué para promocionar Nuestra Salta no se contratan “promotores varones”, “promotores ancianos”, “promotoras trans”, promotoras y/o promotores con alguna discapacidad, o promotores y promotoras con rasgos andinos? ¿Qué y de que manera intentan vender turismo nuestros estados provinciales y municipales?

Siguiendo con la línea de misoginia inadvertida frente a la copia municipal en la estrategia de marketing machista, comunicadores locales en las redes  sociales y de mensajería se refirieron a las nuevas «gauchitas» sólo haciendo hincapié en lo estético y en las características físicas de las jóvenes promotoras de turismo municipal.

Esta inadvertencia, de quienes también adhieren a las manifestaciones #ninunamenos, nos habla de un nivel de naturalización de cosificación de la mujer alarmante,  y donde muchos y muchas vemos una situación de machismo y desigualdad, otros ven sólo un intento de censura o una actitud amarga frente a una naturalización del lugar de la mujer en la vida sociocultural y sus posibilidades laborales.

Así como en este último tiempo en Salta nos hemos sorprendido por la existencia de colectiveras y mujeres taxistas, albañiles y mecánicas, la sensibilización social frente a la violencia contra las mujeres y la demanda de paridad e igualdad social, económica y cultural parece no estar modificando todos nuestros paradigmas culturales respecto al lugar de los géneros. Vale aclarar que no se busca ridiculizar ni menoscabar el trabajo de promoción, ni la estrategia turística de contar con personas que hagan el trabajo de promoción que hoy sólo se visibiliza con las ya descriptas “gauchitas”.

¿Solo un tipo de mujer puede realizar esa tarea? ¿Es posible encontrar un argumento no machista frente a esta estrategia de marketing?  Quizás un análisis un poco más político nos llevaría a pensar que Turismo Municipal está imitando a Turismo provincial para impulsar el desarrollo de un área que estuvo desatendida durante 12 años; pero que esta imitación es tan fiel, que quienes son los encargados de llevarla adelante no advirtieron el detalle machista de las «gauchitas».

En el  mes de la erradicación de la violencia contra la mujer necesitamos reflexionar sobre nuestras “idiosincrasias” culturales que tanto reivindicamos como salteños. El reconocernos solamente en un ideario colonial cultural para construir nuestra identidad local no permitirá habilitar nuevos paradigmas del lugar social de la mujer salteña.

La Legislatura provincial acaba de aprobar una ley de paridad de género, que iguala la oportunidad de hombres y mujeres en la representación popular y democrática. ¿Cómo se dará la lucha cultural para que la mujer política salteña deje de ocupar un lugar decorativo, y empiece ocupar los espacios de decisiones tradicionalmente reservado para los hombres? Una inquietud que demanda la caída de los estereotipos, una inquietud que intentaremos desandar en un próximo artículo.

 ¿Que opinaría usted señor, usted señora si se nos ocurriese pensar que un ministro o un secretario del Estado provincial o municipal realiza un casting de “gauchitas”? Esta pregunta quizás lo o la saque de tanta naturalización.