Es el título de la una muestra que desde hoy se realiza en La Plata y exhibirá libros infantiles y juveniles prohibidos durante la última dictadura militar. Organizada por la Universidad Nacional de esa ciudad, la muestra será itinerante.

La muestra está dedicada a la censura en la Argentina, será itinerante y está integrada por volúmenes de cuentos ilustrados, enciclopedias y manuales, y que invita a reflexionar sobre la construcción de la memoria colectiva. Laura Devetach, autora de varios de estos libros prohibidos, reflexionó sobre aquellos años: «Mataban palabras y mataban personas. Pero vamos a seguir afirmando, con Juan Gelman: A pesar de los genocidios la lengua permanece, sortea sus agujeros, el horror que no se puede nombrar».

Los libros “Picaflores de cola roja” y “La torre de cubos”, de Devetach, son algunos de los ejemplares presentes en esta muestra. En la exposición se exhibe también otros ejemplares de autores nacionales: “Aire libre” y “Juguemos en el mundo”, de María Elena Walsh; “El elefante ocupa mucho espacio y otros cuentos”, de Elsa Bornemann; “El gallo pinto”, de Javier Villafañe, entre otros. Hay también obras de autores internacionales: “El Principito”, de Saint-Exupéry, y La niña que iluminó la noche, de Ray Bradbury.

En el mismo espacio se dictarán talleres gratuitos. «La literatura infantil y juvenil fue considerada por la dictadura cívico-militar un medio de potencial peligrosidad para la transmisión de ideologías adversas al régimen, que mediante la censura, el autoritarismo y la represión cultural se introdujo en el ámbito educativo y en la vida cotidiana de las personas», informó la universidad.

«Esta muestra recupera los libros infantiles que fueron proscriptos y prohibidos, los hace presentes como objetos que retornan de su desaparición y olvido social, pues remueven los recuerdos», se dijo desde esa casa de estudios. La propuesta es indagar en la historia reciente a través del arte y la literatura; conocer o recordar el universo ficcional de las décadas de los 60 y los 70, y generar lecturas para pensar el pasado y el presente y abrir preguntas acerca de por qué fueron censurados estos libros.