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Las vaquitas eran ajenas

Dos hombres en Rivadavia fueron sorprendidos con las manos en el ternero. Intentaron darse a la fuga pero uno de ellos no corrió con mucha suerte y fue detenido.

Según la enciclopedia penal, el abigeato constituye un delito que se consuma mediante el hurto de ganado mayor o menor que se halla en el campo. Lo que se dice, si te afanás un chivo, vas en cana.

De acuerdo al código penal argentino, en la Ley 25.890, artículo 167, “será reprimido con prisión de DOS (2) a SEIS (6) años el que se apoderare ilegítimamente de UNA (1) o más cabezas de ganado mayor o menor, total o parcialmente ajeno, que se encontrare en establecimientos rurales o, en ocasión de su transporte, desde el momento de su carga hasta el de su destino o entrega, incluyendo las escalas que se realicen durante el trayecto”.

Esa puede ser la suerte que corra el joven de 29 años que fue sorprendido junto a otro intentando llevarse “una tambera, una ternera y una vaca”, según informa prensa de la policía.

El hecho fue reportado por el dueño, quien especificó que le sustrajeron 6 “animales vacunos y los causantes los trasladarían en un camión Ford por ruta provincial N° 41”, zona por donde fueron interceptados por los uniformados mientras “portaban lazos en sus manos y tenían maniatados” a los animales, dice la cuasi fantástica crónica policial en la que hasta las vacas tienen manos.

Uno de los ladrones se dio a la fuga, el otro quedó pagando y espera su audiencia.