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Las “chicas malas” no pueden ser reinas en Neuquén

No estar casadas, no tener hijos, no hablar de política ni de religión, no fumar, no tomar bebidas alcohólicas. El municipio abrió las inscripciones para postulantes y elaboró un reglamento cargado de estereotipos y prejuicios hacia las mujeres que deseen postularse.

En Salta y al igual que en varias provincias del país, los reglamentos para las chicas que deseen participar de las elecciones de reinas estudiantiles son pocos inclusivos. Es lo que se ve nuevamente en los requisitos que se impusieron en Neuquén.

El concurso se realizará en septiembre, para el aniversario de la ciudad. El municipio abrió las inscripciones para postulantes y elaboró un reglamento cargado de estereotipos y prejuicios hacia el papel asignado a las mujeres en la sociedad.

 No estar casadas, no tener hijos, no hablar de política ni de religión, no fumar, no tomar bebidas alcohólicas, no concursar en otros certámenes de belleza, no realizar promociones, no participar de programas de televisión ni de publicidades gráficas. No. La elección de la reina de Neuquén se define por la negativa y evidencia el concepto de mujer que subyace detrás del concurso: Las “chicas malas” no pueden ser ni candidatas ni reinas.

 

Es más, lo que se presenta como un “avance” del año también abona este concepto. Deberán apadrinar (o amadrinar) una Organización no Gubernamental. Si no lo hacen ya, la municipalidad les asignará una. Lejos de la política, cerca del voluntarismo.

 

“La violencia contra las mujeres se encuentra motivada por la persistencia de estereotipos y prejuicios culturales que colocan a las mujeres y a las niñas en una posición subalterna con relación al género y a los valores masculinos, lo que crea una relación desigual de poder. Esto afecta directa o indirectamente la vida, libertad y seguridad de las mujeres a lo largo de todo su ciclo vital, en todos los ámbitos donde se desempeñan (tanto públicos como privados)”, alerta el Inadi, en un documento sobre género y discriminación.

En el reglamento de este año para la elección de la reina de Neuquén, que será el mes que viene, persisten los estereotipos y los prejuicios culturales. Dice el artículo 2 que “por motivos de disponibilidad horaria y para poder representar a la ciudad de Neuquén en concursos a nivel provincial y nacional se requiere que las aspirantes sean solteras y no tengan hijos ni personas a cargo”. Conclusión: los hijos sólo son responsabilidad de las mujeres y un marido podría enojarse si su esposa tiene que alejarse del hogar por algún motivo, en este caso, para representar a la ciudad.

El artículo 20 es otro ejemplo. “En los actos protocolares la reina de la ciudad deberá ser acompañada por personal femenino de la dirección municipal de Ceremonial y Protocolo. Cuando viaje representando a la ciudad (…) su acompañante deberá ser de género femenino”. No importa si la persona de confianza de la joven es un varón (su padre, por ejemplo) porque no tendrá la posibilidad de pedirle que la acompañe.

 

Y hay más: la reina y las princesas electas “deberán guardar en todo momento, buen comportamiento de ética, respeto y moral” y tendrán “prohibido realizar publicaciones en redes sociales personales de índole política, religiosa o comentarios que puedan resultar ofensivos o afectar la imagen, la moral y las buenas costumbres”. Tampoco podrán portar o contestar celulares, ingerir bebidas alcohólicas, fumar, bailar, tener manifestaciones de afecto con amigos o novios mientras dure su responsabilidad en los eventos en los que se encuentren representando a la ciudad (artículo 29).

Un reglamento que anticipa debate

Los concursos de elección de reinas están en debate y Neuquén no es ajena. El año pasado, la CC-ARI presentó un proyecto en el Concejo Deliberante para que este tipo de certámenes se dejen sin efecto. La iniciativa consideraba que son discriminatorios y que generan violencia entre las participantes, argumentos a los que se sumaron agrupaciones feministas, pero que no alcanzaron para convencer a los concejales que no trataron el proyecto.

En ese momento, la polémica incluyó al intendente Horacio Quiroga, responsable último del reglamento. Según reflejaron los medios regionales consideró que la idea de prohibir la elección de la reina le parecía un “chiste”. “¿Cuál es el problema de exaltar la belleza?”, se preguntó y agregó: “Hay sectores de la sociedad que no quieren destacar las virtudes, la belleza de una joven que puede representar a la ciudad. Obviamente que en la belleza van también un montón de cosas más, el compromiso con su tierra, el conocimiento de su ciudad, los valores de compañerismo, lealtad», agregó a modo de reflexión el jefe comunal.

 

Este año el concurso, pero sobre todo el reglamento, anuncia un nuevo debate. La agrupación Mumala (Mujeres de la Matria Latinoamericana) ya fijó su posición. “En la ciudad de Neuquén, el municipio ha realizado nuevamente la convocatoria y en ésta se trasluce una vez más la falta de políticas de igualdad de género que existe, y por qué no, una idea de mujer más vinculada a la reina Victoria del Reino Unido, en el siglo XIX, esa que dejó la idea de «moral victoriana» para describir ideas de comportamiento sumamente estrictas y arcaicas, que a los diversos roles que las mujeres hemos asumido y a los derechos que hemos conquistado en la actualidad”, cuestionó.

“Aparentemente, de acuerdo a la visión del Ejecutivo Municipal, quienes somos madres y/o esposas no estamos facultadas para realizar tareas que requieran alejarnos de nuestros hogares. Siguiendo este razonamiento, una mujer no podría ser médica y asumir una guardia de 24 horas o ser docente y realizar un curso capacitación en otra ciudad, o la cantidad enorme de actividades que las mujeres desarrollamos además de la maternidad y el hogar”, puso blanco sobre negro los prejuicios subyacentes.

Fuente: http://vaconfirma.com.ar/