Martín Lanatta dejó un cuaderno con anotaciones en las que figuran nombres de políticos y punteros de Quilmes que comenzarán a ser investigados por su presunta responsabilidad en el triple homicidio ocurrido en General Rodríguez.
Ese cuaderno fue hallado en el recinto de Sanidad del penal de General Alvear del que huyó el 27 de diciembre pasado.
El hallazgo de ese cuaderno figura en el acta de elementos secuestrados en el recinto de sanidad cuando el representante del Ministerio Público revisó la habitación de Sanidad en la que se alojaban Lanatta, su hermano Cristian y Víctor Schillacci.
Hasta anoche, ninguna de las fuentes consultadas explicó por qué Lanatta huyó sin llevarse el cuaderno en que había volcado los nombres que no quería olvidar.
Ese cuaderno fue pedido por el fiscal de Mercedes Juan Bidone, quien investigó los homicidios de Forza, Ferrón y Bina, con el objetivo de establecer si aparecen elementos que permitan revelar la red de complicidades que ayudaron a que los condenados cometieran la masacre.
Si bien un tribunal oral de Mercedes condenó a los hermanos Lanatta y a Víctor y Marcelo Schillaci como los autores de los homicidios de Forza, Ferrón y Bina, en la sentencia los jueces afirmaron que no fueron los únicos responsables.
«Los tres asesinatos fueron premeditados, organizados y ejecutados con la clara intención de que sus responsables no fueran descubiertos, por un numeroso grupo que ha contado con apoyo institucional y con importante capacidad económica», sostuvo la jueza María Graciela Larroque en los fundamentos de la sentencia por la masacre de general Rodríguez.
Además, a partir de la investigación encarada por el fiscal Bidone se estableció que los Lanatta y los Schillaci no fueron los únicos responsables de los homicidios. Hace 45 meses, el representante del Ministerio Público pidió la captura nacional e internacional de Ivar Esteban Pérez Corradi, imputado de ser el presunto autor intelectual de la masacre.
La investigación del triple homicidio nunca se cerró porque sigue vigente la búsqueda de Pérez Corradi, socio de Martín Lanatta en la droguería Helvesta y porque todavía no se identificaron a los que sospechosos que borraron imágenes de las cámaras de seguridad de los peajes, de la estación de servicio en la que las víctimas se reunieron con los asesinos.
Tanto en el juicio como en la investigación por el triple asesinato se determinó que Forza, Ferrón y Bina fueron asesinados en Quilmes, los cuerpos fueron guardados en equipo con frío, luego fueron llevados a un zanjón de General Rodríguez, donde se armó una falsa escena del crimen.
En Quilmes, protegidos por efectivos de Dirección de Investigaciones local desarrollaron su actividad delictiva los Lanatta y Schillaci. En Quilmes comenzó su carrera política el funcionario nacional al que Lanatta acusó de estar vinculado con el tráfico de efedrina.
Durante los días que pasó detenido en la cárcel de General Alvear, Lanatta decidió anotar los nombres de aquellos políticos y punteros de Quilmes con los que se relacionó.
Algunos de esos nombres figuran también en la agenda que Lanatta llevaba en el bolso que abandonó en la camioneta con la que volcó en la provincia de Santa Fe. Esa agenda fue solicitada por el juez federal Sergio Torres para su causa en la que investiga si hubo apoyo de bandas del narcotráfico durante la fuga.
Además del magistrado federal, esa agenda será solicitada por el fiscal Bidone con el objetivo de determinar si los nombres y teléfonos figuran entre los que ayudaron a los Lanatta en el triple homicidio.
Fuente: La Nacion