En esta semana el Reino Unido comenzó con la aplicación de vacuna de Oxford-Astra Zeneca y Brian Pinker, un paciente de diálisis de 82 años, se convirtió en la primera persona que la recibió. En medio de una situación crítica, con más de 50 mil contagios diarios, el Reino Unido, trata de no mostrarse vulnerable.

El ministro de Salud, Matt Hancock, declara que la incorporación de la vacuna al programa de inoculación es clave en la lucha contra la pandemia, “tenemos semanas muy duras por delante, pero esta es la salida”.

Con la capacidad hospitalaria al tope en muchas zonas del país, el gobierno ha reformulado las reglas de la inoculación para las dos vacunas aprobadas, la Pfizer y la Oxford AstraZeneca, es decir que a partir de ahora las dos dosis de las vacunas se darán con un intervalo de 12 semanas, en vez de las tres semanas que se habían anunciado previamente para garantizar que la primera dosis, de mayor impacto inmunológico, cubriera a la mayor cantidad de gente en el menor tiempo posible.

Otra clara señal de la preocupación por el avance de esta nueva cepa británica de COVID19 es que, el gobierno autoriza que se combinen ambas vacunas en casos de que no se pueda administrar la segunda dosis por un faltante. “Lo ideal es completar el proceso de inoculación con la misma vacuna. Pero si esta vacuna no está disponible, es razonable que se ofrezca la dosis de la otra vacuna en casos de que el individuo en cuestión esté bajo riesgo. Con toda probabilidad esta segunda dosis va a reforzar el impacto de la primera”, dice el nuevo protocolo de aplicación de la vacuna en el Reino Unido.

Pfizer y especialistas de Estados Unidos acusaron al Reino Unido de jugar a la ruleta por la implementación de esta medida, que deja al desnudo dos verdades, que la producción de la vacuna está lejos de cubrir la demanda mundial y que, en el Reino Unido, la situación es una carrera contra el tiempo.

La primera inoculación ya fue realizada por un millón de personas con la Pfizer el 8 de diciembre. El gobierno cuenta con 550 mil dosis listas de la AstraZeneca para añadir a su programa de vacunación. El Reino Unido adquirió unos 100 millones de dosis de estas vacunas. La pregunta es cuántas van a estar disponibles en las próximas semanas para sumarse al programa de vacunación. En mayo, se dijo que unos 30 millones de dosis estarían disponibles para septiembre. En noviembre, la cifra cambió a 4 millones para diciembre. Ahora se habla de más de medio millón.

Lo cierto es que la urgencia es doble. Por un lado, neutralizar la cepa británica e impedir un desborde hospitalario en medio del largo y duro invierno de este país. Por el otro, el gran temor de que aparezcan nuevas mutaciones del virus que sean inmunes al espectro de vacunas que ha desarrollado el mundo hasta el momento.

El 80% del país se encuentran en nivel 4 de restricción social, el más alto. Desde la oposición se está exigiendo al gobierno actuar cuanto antes con un nuevo confinamiento nacional, similar al de marzo del año pasado, para evitar un colapso del sistema hospitalario. Según se sabe, los especialistas están empezando a elegir qué pacientes ingresan en la Unidad de Terapia Intensiva de acuerdo a quién tiene más chances de sobrevivir. “Como médicos estamos acostumbrados a tomar decisiones difíciles, pero no a esto”, explican los médicos.

Dos zonas de Inglaterra, Essex y Buckinghamshire, han sido declaradas episodios de fuerza mayor, categoría que se aplica ante casos de atentados terroristas o uso de armas químicas. El gobierno está haciendo en 2021 lo que hizo en 2020, demorar las decisiones que inevitablemente tendrá que tomar, lo que se traduce en decenas de miles de casos y decesos. Entre los epidemiólogos, el personal sanitario, los sindicatos y la oposición hay consenso, «necesitamos un confinamiento a nivel nacional ya, no se entiende por qué el gobierno está demorando esta decisión».

Mientras tanto, Estados Unidos evalúa la aplicación de sólo media dosis de la vacuna de Moderna para acelerar la campaña de inmunización, ya que ello generaría una respuesta inmune que podría ser suficiente para enfrentar la pandemia, al menos en una etapa inicial. El asunto está siendo tratado con Moderna y con la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), dado que la vacuna desarrollada por la farmacéutica contempla dos dosis inoculadas en un plazo de entre 21 y 28 días. Sin embargo, esa posibilidad no ha sido la preferida de las autoridades Sanitarias porque no hay datos después de una dosis, admitiendo el riesgo de “dejar a la gente uno, dos o tres meses con una inmunidad incompleta o equivocada, lo que se corregiría con una segunda dosis”.

La alternativa con la vacuna de Moderna, es colocar la mitad de una dosis a personas de entre 18 y 55 años, es decir, dos dosis con la mitad cada vez. Esto lograría el objetivo de inmunizar al doble de personas con las dosis existentes y generar la respuesta inmune idéntica a la de la dosis completa. “Es una postura más responsable, fundamentada en hechos y datos concretos. Mientras se siguen produciendo nuevas dosis de la vacuna”. Durante los últimos días han sido administradas un millón y medio de dosis, del total de 17,5 millones enviadas hasta la fecha.

Uno de los principales problemas en cuanto a la distribución de las vacunas tiene que ver con la falta de información y de comunicación por parte de los estados. El, hasta estos días, presidente Donald Trump, ha culpado a los estados de la lentitud de la vacunación y pidió a las autoridades estatales que dejen saber dónde se necesita un mayor número de dosis y aseguró que en cuanto reciban una petición acudirán a apoyar.

Por otra parte, la autoridad sanitaria nacional explicó que es normal esperar que haya nuevas variantes del coronavirus y defendió la vacunación como solución. “Creemos que estas variantes del virus, estarán bajo control con esta vacuna, afortunadamente, no son más mortales para la población, son más infecciosos, por lo que exacerbarán el repunte que estamos teniendo”.

El domingo, Estados Unidos confirmó 300000 nuevos casos de coronavirus, un nuevo récord diario desde el inicio de la pandemia, que dejó más de 20 millones de contagios en el país y más de 350.000 muertos. Esta realidad dejó demostrada la lentitud con que se está llevando a cabo la vacunación. Las últimas cifras del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) dicen que, 4,2 millones de personas han recibido la vacuna hasta el sábado. Aunque el gobierno de Trump anunció con bombos y platillos que a finales de diciembre estarían inoculadas ya 20 millones de personas. Sólo se ha vacunado a un 20 % de los 20 millones de ciudadanos que estaban previstos.